Panorama político
Oposición sería culpable por rebrote
La duda de la Cámara de Diputados de extender por 25 días las medidas de excepción vigentes, tal como lo pidió el presidente Medina, podría ser por temor a una arma de doble filo que al final le tomaría cuenta al pescuezo opositor si la pandemia del COVID-19 sigue en alza.
La posposición hasta hoy sábado de la desordenada sesión de ayer en la que una turba alentada por un par de diputados quería que se discutiera la entrega de 30% a los obreros de sus fondos de pensiones, quizás otorgue un margen para discutir una salida de consenso.
Si por negar la extensión de las medidas de emergencia pedidas por el presidente aumentara la pandemia entre el público que se ha negado a obedecer el distanciamiento social y el uso de mascarillas, la culpa se le podría atribuir a la oposición.
Entre la oposición ha persistido la creencia desde que el presidente Medina pidió la declaratoria de Emergencia, de que el Poder Ejecutivo quería utilizar la pandemia para sacar ventajas políticas y hacer avanzar el posicionamiento del candidato oficial, Gonzalo Castillo. Castillo, apostrofado por sus adversarios por supuestamente no tener la experiencia y por depender de Medina para su ascenso, se tiró a la calle al saberse de la pandemia y puso aeronaves de su compañía para repatriar a dominicanos que se encontraban fuera del país. También mandó a recoger en China suministros para atender enfermos, repartió mascarillas y guantes comprados en otros mercados y montó un culebrón de propaganda por todos los medios, principalmente en la televisión, destacando sus orígenes humildes. Visto desde la simple observación sobre qué podría hacer el presidente Medina ante la llegada de la pandemia, se comprendería que su única salida era declarar la Excepción, implantar el toque de queda y disponer el confinamiento y cese de actividades públicas.
Puede ser que los líderes de los partidos Revolucionario Moderno, PRM, y Fuerza del Pueblo, FP, Luis Abinader y Leonel Fernández, sobre todo el primero señalado por encuestas como el puntero, estén asustados por el uso que el oficialismo le daría a la Excepción. El diputado Alfredo Pacheco, vocero del PRM en la Cámara de Diputados, denunció que las medidas extraordinarias garantizarían al presidente Medina el poder para “hacer negocios” y conseguir rentabilidad política. Por lo primero no presentó pruebas.
El público respalda En las últimas encuestas se dice que el público respalda el mantenimiento de las medidas para frenar el avance del Coronavirus. Una encuesta del diario Acento dijo el viernes que 58% de los que opinaron dijeron “sí” a que se amplíe la Excepción y 42% no.
Algunos editoriales de medios de la televisión sugirieron a los diputados aprobar el pedido presidencial por 25 días, por 15 ó 10, pero que falta tiempo para darle seguimiento a los contagios y las muertes que han oscilado entre 11 el miércoles y 3 el jueves. Las elecciones del domingo 5 de Julio tienen, más que la pandemia que ha costado la vida hasta el viernes a 463 personas y tres en las últimas 24 horas, la atención de los partidos opositores que han quedado atrás ante la avalancha de ayuda a los electores.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, y la Oficina Panamericana de Salud, OPS, dicen por medio de sus representantes en el país que suprimir la Excepción y abrir el país para todas las actividades, los negocios y los lugares públicos de conglomeración, dañaría lo logrado. El ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas. dijo que si dentro de la primera semana la evolución del virus se ve estabilizado o como se dice ahora “aplanado”, entonces se notará que la pandemia ha cedido y se pasaría a un segundo tramo de 4 hasta el cese de la Excepción.
Medina pide extensión El pasado miércoles el presidente Medina solicitó al Congreso, vía el Senado donde su partido de la Liberación Dominicana, PLD, tiene la mayoría, una cuarta extensión del estado de emergencia o excepción por 25 días a partir del 2 de junio venidero.
La carta del presidente Medina al Senado dice que precisa “seguir avanzando en la desescalada gradual y segura por fases del distanciamiento social y de la reapertura de la economía”. Señaló que otros países han corrido riesgos de contagio al anticipar la desescalada. La preocupación del presidente Medina es que derogar antes de tiempo las restricciones vigentes en vez de hacerse de manera gradual y equilibrada, no sería una opción idónea. El gobierno quisiera estar en guardia por si se produce un rebrote.
Algo que pudiera hacer el régimen de Medina es aumentar los paquetes de comida que reciben los más pobres, algo que no implicaría un gasto superior porque a los niños les daban desayuno y merienda. Llevar comida cruda a las casas de los barrios calmaría las quejas. Al gobierno le exigen hasta los empresarios del transporte y sus empleados los choferes de los carros públicos con pliegos de condiciones económicas tan extravagantes como que pague por los pasajeros sentados y por los asientos vacíos. El país al parecer no ahorró. La posibilidad de un rebrote de los contagios de la pandemia ha alarmado a sectores concernidos con los problemas del empleo como el Consejo Nacional de la Empresa Privada, CONEP, y otras instituciones que han pedido la extensión de las medidas excepcionales.
La divisa se mueve La crisis de la pandemia que ha afectado el empleo y el poder adquisitivo de la población ha tenido una preocupación principal para la el Banco Central, cuyo gobernador anunció a mitad de semana que había dólares suficientes para cubrir cualquier alza de la tasa.
En ese sentido, el gobernador Héctor Valdez Albizu, en una reunión con las instituciones financieras, informó que al momento, el martes pasado, se habían colocado 2,000 millones de dólares de la reserva del país que sobrepasan los 8,000 millones para darle fuerza al peso. Valdez Albizu pidió confianza a los entes económicos y al público ya que lo que está ocurriendo es debido a la reducción del turismo, de las remesas y porque algunas zonas francas no han reabierto sus actividades. Anticipó que las zonas francas reabrirán pronto. La falta de las divisas la atribuyen los dueños de casas de cambio a la especulación. Se dice que el alza de hasta más de 58 pesos por un dólar en la banca se debería también al nerviosismo que la pandemia ha provocado y a la falta de las actividades comerciales.
El público se queja también de que los bancos, incluido el estatal Reservas, están vendiendo montos mínimos de la moneda extranjera a no sea que se compren para pagar tarjetas de crédito por consumos en el exterior o por correos de adquisiciones locales.