Enfoque
Un diálogo nacional necesario
Hoy enfrentamos una situación sanitaria inédita, que daña la salud y la economía. Ya nuestras vidas no son iguales que antes.Unamos voluntades para concertar la detención efectiva del coronavirus, evitando más muertes; y decidir la mejor manera para las elecciones. Preservemos el derecho a elegir luego del derecho a vivir, trabajando unidos, tomando decisiones sensatas y consensuadas, sin la prisa que pueda conducirnos a lamentos.
Hoy es necesario un diálogo nacional, convocado por el Presidente de la República. El tiene la responsabilidad histórica de ejercer su liderazgo concertando y unificando voluntades. Dicho diálogo nos llevaría a consensuar un Plan para afrontar la crisis y decidir la celebración de las elecciones, preservando nuestro ordenamiento democrático e institucional, garantizando la salud y la mayor participación del electorado.
En otros países la pandemia superaría los tres meses, siendo así que la población pudiera resistirse a participar en las elecciones, por un justificado temor al contagio. Definir de común acuerdo la mejor forma de realizarlas, invitaría a ponderar alternativas, tales como:
·Realizar las elecciones en dos días consecutivos, con las garantías sanitarias para los participantes del proceso; distribuyendo el total de electores de un colegio, según días, para disminuir la concentración.
·Habilitar nuevos centros y colegios electorales, donde sea necesario, para asignar menor cantidad de electores.
·Distribuir electores, mediante programación electrónica, según día y hora de votación, por número de cédula, para evitar aglomeraciones.
·Establecer la votación por sexo; es decir, un día mujeres y otro los hombres.
·Disponer de mascarillas y guantes, para aquellos electores que acudan sin ellos.
·Establecer un proceso más expedito para electores con condiciones especiales: ancianos, no videntes, personas con discapacidad físico motora, embarazadas, etc.;
·Ampliar el horario de votación, para disminuir aglomeración de electores. Esta pandemia no distingue. Ha impactado a todos por igual, incluyendo a dirigentes políticos. Por ello es pertinente considerar la posibilidad de extender algunos plazos específicos previstos en la ley electoral, para tener la oportunidad de proceder en caso de que algún candidato no pueda seguir participando, sea por su salud, o porque, en el peor de los casos, haya fallecido;
Habrá que ponderar las condiciones particulares existentes en otros países afectados por la pandemia, con presencia de dominicanos. La Constitución establece el derecho al voto, no solo para los dominicanos en el territorio nacional, sino, también, a los del exterior. Algunos de esos países, como Estados Unidos y otros de Europa, manifestaron oposición a realizar votaciones electorales extra nacionales de manera presencial, en virtud de los efectos de la pandemia.
Si eso continuase al momento de las elecciones de julio, habremos de considerar otro posible y atípico escenario, que obligaría a un trascendental acuerdo político nacional, en beneficio de la gobernabilidad democrática.
Si permaneciesen las actuales circunstancias y existiese en la población fundados temores de posibles contagios, estaríamos promoviendo la vulneración del derecho al voto y a la salud de la población. El liderazgo nacional está ante una situación trascendental, que le demanda colocarse a su nivel. En ello, la principalía le corresponde al Presidente de la Republica, Lic. Danilo Medina.
Las circunstancias demandan dialogar de manera abierta, franca, sin exclusiones, para concertar un Plan que nos permita superar la situación sanitaria y política, contemplando posibles cinco grandes temas, a saber:
1.Consensuar acciones para enfrentar con mayor efectividad la pandemia del coronavirus;
2. Definir nuevas acciones de apoyo a la población en general y a los sectores productivos;
3. Consensuar la mejor manera de realizar las elecciones congresuales y presidenciales;
4. Consensuar medidas para reencausar la economía del país en el corto plazo;
5. Definir un pacto político nacional, en caso de que las circunstancias sanitarias obliguen a considerar un escenario electoral más allá de lo previsto en nuestra Constitución, con el objetivo de asegurar la gobernabilidad democrática y la continuidad de la institucionalidad;
El país no puede ni debe colapsar. Es tiempo de concertar voluntades para derrotar los nubarrones que tintan de gris el horizonte nacional. Revistámosno de la templanza que demandan las circunstancias actuales y concertemos lo que mejor convenga al país.