Los héroes anónimos del coronavirus

¿Como la sociedad les pagará a esos héroes anónimos que siguen en la línea de fuego arriesgando su salud y su vida? Me refiero a los que protegen a los enfermos, a los que cuidan las calles y tratan de mantener el orden, a los empleados de supermercados para que a la gente no le falte la comida, a los colmados que resuelven las carencias del día a día, a los transportistas que mueven la cadena de suministro, a productores que siguen sembrando y cosechando para que no falten los alimentos, a los laboratorios y su personal que se mantienen activos tomando muestras en los hogares y haciendo test sobre el virus, a los que aun mueven a los pasajeros a sus trabajos, y a una parte del gobierno que sigue activa para mantener los servicios básicos a la población.

También hay trabajadores y empleados administrativos que siguen en su empresa produciendo y despachando mercancías para evitar carencias y especulación con los precios. O aquellos que trabajan en los bancos para que el dinero siga fluyendo y en los medios para mantenernos informado.

Yo, aunque con 75 año a bordo, realmente no me siento a gusto viendo a todos esos héroes arriesgando su salud y su vida mientras estoy trancado en mi casa, frustrado y deprimido y no por la cuarentena. Siempre me ha gusta estar en la línea de fuego.

Me conmueve ver como médicos, enfermeras y personal de apoyo en los hospitales se contagian y veces mueren por ayudar a los pacientes.

También se contagian personas que tratan de ofrecer ayuda a otros o prestarle un servicio para llevarle medicina o comida a su hogar.

Reconozco que hay gente imprudente que sale a la calle sin necesidad para una juntadera o un escape del encierro. Esos son los malos de la película.

En fin, lo importante es que después que pase todo y volvamos a la normalidad a estos héroes se les compense.

Realmente, hay que revisar los salarios en este país de una vez por todas. El salario mínimo es una vergüenza y lo que se les paga a los profesionales, técnicos y trabajadores en cualquier sector de la economía o a los militares y policías, es verdaderamente patético. Muchos de ellos son los que están en el frente de batalla.

Algo tiene que cambiar después de esto.