“No vuelvo a votar jamás”
La suspensión de las elecciones disgustó a los votantes.
Para miles de dominicanos la suspensión de los comicios municipales fue una experiencia traumática, a tal punto de que algunos ciudadanos afirman que no volverán a participar en ningún otro.
Decepción. Alegaciones de fraude. Resignación. El descontento de la población sobre estas fallidas elecciones es palpable, lo que fue comprobado por un recorrido de periodistas del LISTÍN DIARIO en el Distrito Nacional, y entrevistas con votantes de varias ciudades del país.
"No vuelvo a votar jamás", exclamó Domingo Piña, oriundo del sector de San Carlos en Santo Domingo, y lugar donde ejerce su derecho al voto.
La razón por la que Piña tomó esa posición tan radical es porque él reside y labora en Navarrete, en la región norte, y se tuvo que trasladar desde su hogar hasta la capital para sufragar.
"Yo vine tardísimo el sábado en la noche, me levanto tempranísimo a votar y en par de horas me dicen que fue para nada. Gasté mi pasaje porque aquí los políticos no sirve, siempre había votado, ya no vuelvo", declaró.
Parecido es el caso de Edgar Castro, votante en Villa Juana, quien puso en duda que ejerza su voto cuando se vuelvan a celebrar los comicios municipales el próximo 15 de marzo.
Explicó que ya no confía en los resultados de las elecciones, sin importar que estos favorezcan al candidato que apoya.
Negocios afectados
Wiliam Hidalgo es dueño de un colmado, cerca de un recinto electoral en Villa Consuelo, y afirmó que abrió su negocio esperando que los comicios tuvieran un impacto positivo en la economía de su local.
Asimismo, indicó que tenía la intención de votar pero que no llegó a hacerlo debido a las largas filas en su mesa electoral y que posteriormente postergaron las elecciones.
En San Pedro
Parecido al caso de Domingo es el de Ramieri Delgadillo, quien es oriunda de San Pedro de Macorís y vota en esa provincia, pero reside en el DN desde hace varios años, por lo que se tuvo que trasladar a su pueblo natal la noche del pasado sábado.
“Había madrugado para poder votar y luego incorporarme a mi trabajo, me fui a San Pedro de noche, solo para poder cumplir con mi deber, y ya en la oficina me entero de que no valió la pena y solo pienso en todo el dinero, tiempo y esfuerzo que se perdió”, dijo.
Sin embargo, manifestó que no ha perdido su deseo de votar, porque cree que “es la única manera que tenemos para exigir mejores condiciones de vida y políticas públicas que realmente favorables para nuestro país”.