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Reportaje

Un cáncer no la detuvo y ahora es taxista, secretaria e inspira a otras

Fior Reyna, de 46 años, lista para abordar su unidad e iniciar su labor de taxista.

Fior Reyna, de 46 años, lista para abordar su unidad e iniciar su labor de taxista.

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Eliana LedesmaSanto Domingo, RD

El diagnóstico de cáncer de mama en grado 3, seis hijos que cuidar y el abandono de su esposo tras enterarse de su padecimiento, fue el motor impulsor de Fior Reyna, de 46 años de edad, quien tuvo que hacerle frente a la vida y hacerse cargo de sus compromisos familiares y de salud al dedicarse a taxear y hacer otros oficios.

Para Fior, la mejor etapa de su vida ha sido la del cáncer, al entender que tras curarse de ese mal pudo “renacer” y conocer facetas de su vida que nunca antes imaginó, como la de aprender a conducir un vehículo, que luego sería uno de los medios para costear sus medicinas y como sustento de su familia.

Aunque la joven madre se dedica a taxear por las noches, durante las mañanas trabaja de secretaria en el Colegio Amador, de tarde en el Hospital Universitario Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia, como parte del equipo de atención al usuario.

“Los pasajeros se sorprenden al verme y tienen más confianza porque, incluso, vienen aquí y dicen que se quieren ir conmigo. ‘Yo me voy con la taxista’, suelen decir los pasajeros”, expresó Flor Reyna, que trabaja como taxista en el supermercado Bravo, en la Prolongación 27 de febrero.

Por su parte, dijo sentirse apoyada y resguardada por sus compañeros taxistas.

“Mis compañeros taxistas me han apoyado mucho. Me llevo muy bien con ellos, son un amor. Ellos no me dejan ir lejos y me ayudan a montar las compras al carro”, agregó.

Antes, durante y después de la quimioterapia Fior Reyna dijo sentirse nerviosa y asustada previo a someterse a la quimio y otras inyecciones, debido a que veía a las demás pacientes que durante el proceso iban perdiendo el pelo y el ánimo que tenían al pasar por el doloroso proceso.

Sin embargo, se considera muy optimista y así mantuvo una actitud positiva todo el tiempo.

Durante su quimioterapia estableció amistad con otras mujeres que atravesaban una situación similar a la suya: “Sesy”, “Angélica” y “Ángela”, que fueron de mucha ayuda durante los momentos de recaídas, porque estas tenían personalidades particulares que la animaban a ella y a todos los presentes en la sala de quimio, incluso a otros hombres que padecían de otros tipos de cáncer.

“Nosotras llegábamos y todo el mundo tenía que ponerse en eso; nada de tristeza; cuando llegábamos a la clínica y veíamos una persona llorando, le decíamos que estaba perdiendo el tiempo. Mientras usted llora está perdiendo tiempo de su vida en tristeza”, declaró Fior.

Después de la quimio, Fior dijo haberse quedado sin pestañas y sin cejas, “pero tenía unas ganas de hacer cosas nuevas y de salir adelante”.

Quiere inspirar a otras La señora Fior, con una energía y un ánimo inefable, aconseja que durante la vivencia de un proceso de salud delicado como es el cáncer, las mujeres no deben darse por vencidas, sugiriendo que siempre “se debe intentar”.

“Mujeres al Volante RD” Al hablar sobre el trabajo que más le inspira, taxear, Fior asegura que con el transporte de pasajeros ella experimenta tranquilidad, y que ese servicio “puede inspirar a las mujeres para que se integren y salgan adelante por sí mismas”.

Fior comentó que aprendió a conducir cuando fue diagnosticada, vía un proyecto sin fines de lucro llamado “Mujeres al Volante RD”, el que afirma aprovecha desde el primer momento.

Mujeres al Volante RD es un programa creado por María Díaz, en el que se enseña a las mujeres a conducir en todo el territorio nacional, canalizando soluciones a los problemas que les aquejan. ?

Su sueños La señora Fior Reyna manifestó, con una radiante sonrisa ante reporteros de Listín Diario, que su más anhelado sueño es conocer a la mambera Juliana O’Neal, quien también venció un cáncer de mama. “Mi sueño es conocer a Juliana y tomarme una foto junto a ella”, agregó Fior.

Fior Reyna, mostrando una sonrisa de felicidad, venció un cáncer de mama, siendo ahora una apreciada taxista y ejemplo de inspiración humana para otras mujeres. EEEEE

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