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Análisis

Las elecciones municipales vienen con debacle múltiple

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Felipe CipriánSanto Domingo, RD

El estruendoso fracaso que tendrá Leonel Fernández y su llamada Fuerza del Pueblo en las elecciones municipales del 16 de febrero próximo, desarmarán cualquier alegato de fraude en las presidenciales y legislativas de mayo, porque quien no puede lo poco tampoco puede lo mucho.

Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) también se encaminan a un ridículo resultado municipal por los desaciertos de su candidato presidencial (el mismo Luis) al tirarse encima al derrotado Leonel y al gobierno en contra, cuando con quedarse tranquilo en su cancha obligaba al primero a apoyarlo y neutralizaba al segundo.

Cuando el partido de Leonel, cedido “políticamente” por Peñita Florián no pueda sacar más de cinco alcaldes municipales -si acaso- y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el único que queda con organización y fuerza, gane la gran mayoría, el leonelismo quedará muy mal parado para seguir con el libreto del fraude y a su vez se desplomará la voluntad “verde” de seguir creyendo que su líder puede forzar una segunda vuelta en las presidenciales de mayo.

Los dominicanos no pueden tolerar -salvo que sean todos masoquistas-que Leonel vuelva a intranquilizar al país con manifestaciones y acciones para dañar la economía, porque supuestamente le hacen fraude. Él tiene la virtud y la suerte de que es el único político dominicano al que le hacen fraude, no culpa a la Junta Central Electoral (JCE) de esos actos, pero la acosa y desacredita hasta el infinito.

Parece que nadie en su partido tiene la entereza para decirle a Leonel que el empresariado de este país está harto de sus delirios presidenciales, que él no puede pretender arrastrarlos a un clima de ingobernabilidad para después que aquí nos estemos desangrando, salir volando como una cigua palmera.

Elecciones municipales

En el interés de buscar la reelección, que siempre he sostenido que Danilo Medina la contemplaba como respuesta a un intento de Leonel de ser el candidato del PLD, el danilismo parecía dispuesto incluso a que en la reforma constitucional se unificaran las elecciones municipales de febrero con las presidenciales y legislativas de mayo.

Ahora resulta que el hecho de que se mantengan separadas puede significar el hundimiento moral del leonelismo cuando sus resultados municipales sean, como todo parece indicar que serán, una debacle para la facción huida del PLD.

¿Qué puede esgrimir Leonel cuando la mayoría de sus candidatos a alcaldes no lleguen ni siquiera al 10%, comenzando por el del Distrito Nacional, donde innecesariamente humillarán al extraordinario merenguero y buen ser humano y amigo, Johnny Ventura?

La verdad es que no entendí cómo es que Johnny Ventura, después de haber sido alcalde del Distrito Nacional, a su edad, se coloque en fila para recibir una derrota que le hará recordar que hay fotos en las que un hombre responsable no debe salir.

Esa era una candidatura excelente para Franklin Almeyda, para Bauta Rojas o para Peñita Florián, pero no para el Johnny Ventura de “Siete días con el pueblo” y la canción de Mamá Tingó en 1974.

Hago un esfuerzo enorme por ser honesto -no me vendo como objetivo porque me tomo el agua del refrigerador y los perros la beben a temperatura ambiente- pero la verdad es que no veo un solo lugar, una sola municipalidad, donde un leonelista se perfile como ganador de la Alcaldía.

¿Sabe alguien dónde se puede lograr tan extraordinaria hazaña? ¡Ayúdenme por favor porque la verdad es que febrero parece que viene demoledor para el leonelismo en bancarrota!

El PRM cae de carambola

Ya lo he dicho, pero como lo creo aun, lo repito. La estupidez del siglo la ha cometido el señor Abinader, candidato del PRM, al lanzarse al mar, sin salvavidas, a rescatar a Leonel para que después de derrotado en el PLD, siga vivo en política.

Con tan solo quedarse callado ante su derrota, dejarlo que se terminara de hundir y no pactar a ningún nivel con Leonel, Abinader se agenciaba sus votos presidenciales y podía golpear con mayor vigor, como único jefe de la oposición al gobierno, al PLD en las elecciones municipales.

Pero ahora resulta que Abinader y su PRM, que ya pactaron públicamente con Leonel en el nivel legislativo y mantienen un entendimiento “secreto” para las presidenciales, les han dado categoría de “opositor” a Leonel y están en abierta competencia -sépalo Luis o no- por quien será el que eventualmente enfrente a Gonzalo Castillo en segunda vuelta.

El PRM, tantas veces víctima del transfuguismo cuando su nombre era Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ahora resulta que apoya que el precandidato derrotado en el PLD vaya por otros partidos contrariando abiertamente la Ley de Partidos y la del Régimen Electoral.

Me gustaría saber si Abinader y el resto del PRM verían como normal y se cruzarían de brazos si el derrotado Hipólito Mejía acudiera ahora como candidato presidencial por otro partido.

Para colmo, el mejor candidato a alcalde que podía presentar el PRM era David Collado en el Distrito Nacional, pero ya sabemos que no lo será en un revés muy grave para el posicionamiento de ese partido en las elecciones municipales, que serán la gran encuesta para trazar la pauta de las legislativas y presidenciales tres meses después.

Las razones de que Collado, con tanto éxito como alcalde del Distrito Nacional en más de tres años, no busque continuar en la posición que nadie le ganaría, yo las desconozco, pero no tengo dudas de que Abinader quería que fuera el candidato a esa posición nuevamente para capitalizar su prestigio para la candidatura presidencial del PRM.

Con la candidatura de Carolina Mejía, que de aspirante a la Vicepresidencia de la República en 2016 al lado de Abinader ahora baja tras la Alcaldía, el PRM no tiene ni siquiera que soñar con hacer un papel significativo en la capital, mucho menos cuando ya el pueblo percibe que Abinader y Leonel son dos alas de un mismo pájaro.

Si los partidarios de Leonel y Abinader no están preparados para la debacle electoral que viene sobre ellos en las elecciones municipales del 16 de febrero, que vayan recogiendo leña porque el frío que les dejarán esos comicios penetrará hasta los tuétanos. Ese es mi vaticinio aunque no coincida con mi deseo que es de otra naturaleza.

Mi ausencia

Agradezco infinitamente a todas las personas que se comunicaron conmigo desde la última semana de noviembre hasta ayer preguntando por qué no estaba escribiendo, incluso preocupados por la duda de si estaba bajo censura o me habían callado la boca los Sicarios del Honor Ajeno.

No, ni una cosa ni la otra. Mi último escrito salió el 15 de noviembre y dos días después falleció mi madre a quien le debo principalmente los pocos atributos que puedo tener y el comportamiento político y social inclaudicable.

En respeto a su memoria y a mi dolor, hice una pausa que termina hoy y aquí vuelvo a cantar verdades, todos los viernes, al menos las que creo que lo son.

Gracias a todas las personas y entidades que expresaron su pesar por la partida de mi madre y solo puedo pedir a todos los que tienen la suya viva, que la amen de corazón y siempre le dediquen tiempo para compartir en vida. Es lo único que calma el dolor ante su partida y anula el sufrimiento.