Opinión

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Mentiras y verdades en la política

Víctor Manuel GrimaldiRoma, Italia

Duarte, Sánchez y Mella -les voy a llamar con estos nombres- son tres criollos mulatos vivos, uno de 66 años, otro de cuarenta y el tercero de 33 años de edad.

Los tres fervorosamente patriotas. Enemigos de la idea de la fusión con HaitÍ.

El primero es un pensionado de la provincia del Cibao; el segundo es un taxista que nació en Baní y ha pasado su vida desde niño en Santo Domingo, la ciudad capital, y el tercero es profesor universitario y católico que viaja todas las semanas a dar clases al Sur y dice que ve autobuses repletos de haitianos con regularidad provenientes de la frontera.

Los tres patriotas, mulatos, criollos dominicanos, tienen políticamente en común sus simpatías por el doctor Leonel Fernández, y creen que es cierta su versión de que le hicieron un fraude en las pasadas elecciones primarias del 6 de octubre. Han aceptado esa idea del fraude colosal.

Con Juan Bosch

Yo tenía 40 años en 1990 cuando Juan Bosch tenía 80, y el Maestro tenía 40 cuando yo nací en 1949. Le conocí desde que se hospedó en mi barrio al retornar del exilio el 20 de octubre de 1961.

Juan Bosch llegó a la República Dominicana desde el exilio en 1961, un 20 de octubre, y el día 20 de diciembre de 1962 cuando estaba ganando las elecciones de ese día su partido, el Revolucionario Dominicano (PRD), denunció en la primera edición especial impresa del diario El Caribe que al PRD le iban a hacer un fraude.

La verdad fue que Bosch y el PRD ganaron las elecciones con un 60 por ciento de los votos frente al candidato de clase media con apoyo oligárquico Viriato Fiallo, de la Unión Cívica Nacional.

Está registrado en la historia que Juan Bosch fue juramentado como Presidente de la República Dominicana el 27 de febrero de 1963, y que fue derrocado por un golpe de Estado militar el 25 de septiembre del mismo año 1963.

Juan Bosch fue deportado por los golpistas, residió en la colonia norteamericana Puerto Rico, y retornó a su país el 25 de septiembre de 1965 después de una guerra civil inevitable como consecuencia de las torpezas de un gobierno de Triunvirato sustituto de Bosch que era apoyado por los mismos sectores de la oligarquía que sostuvieron la candidatura de Fiallo en 1962 contra de Bosch.

El país en 1965 estaba ocupado por tropas militares de Estados Unidos, de Brasil, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Costa Rica y El Salvador -desde el 28 de abril y el mes de mayo de 1965-, y al retorno de Bosch constituían esas fuerzas invasoras una denominada Fuerza Interamericana de Paz (FIP) legalizada por la Organización de Estados Americanos (OEA). Para salir de aquella crisis política dominicana, que ya era interamericana y hasta mundial, el 1 de junio de 1966 fueron celebradas unas votaciones electorales en las que el PRD con Bosch de candidato tuvo como contrincante principal a Joaquín Balaguer, postulado por su Partido Reformista, heredero de las fuerzas sociales y políticas que se desarrollaron durante los 31 años de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Balaguer, líder del Partido Reformista, también había estado en el exilio desde el mes de marzo de 1962 hasta junio de 1965. Fue derrocado de la presidencia de un Consejo de Estado en enero de 1962. En agosto de 1960 de Vicepresidente pasó a ocupar la Presidencia de la República y luego encabezó la transición como Presidente de la República desde el 30 de mayo de 1961, cuando fue eliminado Rafael Trujillo.

Durante su coincidencia en el exilio Bosch y Balaguer compartieron el objetivo del retorno a su país previa deposición del gobierno del Triunvirato de la Oligarquía, objetivo en que coincidieron los seguidores políticos y hasta militares de los dos líderes.

Estaba Balaguer ya en el exilio el 20 de diciembre de 1962, cuando Bosch y el PRD ganan arrolladoramente en las primeras elecciones libres después de la dictadura que empleó a Balaguer desde 1930 en un cargo de bajo rango hasta ir escalando posiciones y culminar esa era de 31 años como Presidente de la República.

Testimonios de la época indican que el 20 de diciembre de 1962 los seguidores de Balaguer votaron por Juan Bosch para derrotar al candidato de la Unión Cívica Nacional Viriato Fiallo. Lo hicieron a favor de Bosch porque Balaguer quiso retornar a la República Dominicana para postularse en aquellas elecciones y el gobierno del Consejo de Estado presidido por Rafael Bonnelly se lo impidió.

Mentiras y verdades

Todo lo que ha sucedido en las últimas tres décadas, y se cumplen 30 años en el 2020, me confirma en mi convicción de que el PLD no ganó las elecciones de 1990 y no llegó al poder en 1990 debido a las diferencias que llevaron a dividirse y tratarse ásperamente a Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez y Jacobo Majluta después que ellos tres se dividieron y el PRD quedó fraccionado en tres cabezas y tres partidos.

Para que el PLD alcanzara el poder en 1996, el hombre más difamado como gobernante, Joaquín Balaguer, tuvo que juntarse con Juan Bosch y levantarle la mano a Leonel Fernández para que no fuera presidente José Francisco Peña Gómez.

El doctor Leonel Fernández escribió un libro alegando que fueron las irregularidades electorales realizadas por los partidarios de Balaguer las que llevaron al denunciado “fraude colosal” que según algunos impidió que el PLD accediera al Poder en 1990.

Sin embargo, el Informe del grupo de observadores encabezados por el expresidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, demostró que era falsa la idea de que en las elecciones de 1990 se hubiese producido un “fraude colosal”.

Paradoja de la vida: el político más difamado, el presidente Balaguer, fue que lo apoyó para que pudiera ser Presidente de la República en 1996, como el doctor Leonel Fernández admitió en su discurso del domingo 20 de octubre de 2019, cuando por primera vez no dijo que en 1990 hubiera habido lo que antes se decía.

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