Su origen
Héroes anónimos en el monumento de la Restauración
El Monumento a los Héroes de la Restauración, originalmente nombrado como Monumento de la Paz de Trujillo, está levantado sobre una encantadora colina de 175 metros de altura sobre el nivel del mar.
Esta majestuosa obra comenzó a construirse el 30 de abril de 1944, con un primer picazo a cargo de la entonces gobernadora de Santiago, Isabel Mayer, durante la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo.
Este acontecimiento ocurrió justamente cuando el país celebraba el primer centenario de la Independencia Nacional y sus trabajos terminaron el mismo año.
Tras el ajusticiamiento de Trujillo, el 30 de mayo de 1961, el monumento fue profanado y convertido en un centro de prostitución y delincuencia. Cuatro meses después, el 29 de septiembre de 1961, por iniciativa del diputado Mario Abréu Penzo, fue proclamado “Monumento a los Héroes de la Restauración”. Esta obra arquitectónica, la única en su género en el país y el Caribe, fue remozada y reinaugurada por primera vez, con un nuevo paisajismo, el 16 de agosto del 2007, por el entonces presidente Leonel Fernández. El arquitecto Henry Garzón Bona, a la sazón mayor del Ejército Nacional, fue el diseñador y proyectista del monumento, mientras el ingeniero Mauricio Álvarez Perelló estuvo a cargo de su construcción, junto al maestro de obra Julio César Menicucci Rodríguez.
En su interior hay murales conmemorativos del famoso pintor español Vela Zanetti y una escalera con 365 peldaños que lleva hasta el tope. Esta torre, levantada en un cero, tiene 74 metros de altura, cubierta parcialmente de mármol, y desde su altura se puede percibir un excepcional paisaje de la ciudad de Santiago, rodeada por las cordilleras Central y Septentrional y el pico Diego de Ocampo. Desde su origen se ha convertido en cita obligada de los santiagueros, cibaeños, personas de otros lugares del país y extranjeras.
La obra fue dedicada en principio al primer centenario de la Independencia, pero el senador de Santiago, Mario Fermín Cabral, transformo la idea para convirtirla en “Monumento a la Paz de Trujillo”. En 1961, el entonces presidente Joaquín Balaguer cambió, a través de un decreto, el nombre de Monumento a la Paz de Trujillo, por el de Monumento a los Héroes de la Restauración.
EN PUNTOS Los aportes. L a obra fue ejecutada con ayuda del sector privado, principalmente del empresariado de Santiago, aunque el Congreso inyectó algunos recursos para su conclusión. Su nueva estructura de 2007, incluyó la sustitución de viejos árboles por un remozado jardín con plantas nativas de Santiago y de la región del Cibao, una labor que estuvo a cargo del paisajista y ambientalista Mamoro Matsunaga.