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PALACIO DE JUSTICIA

Esta es la historia del furgón en el que se comenzó a conocer el caso David Ortiz

Fotografía de Eddy Vladimir Feliz García, el hombre que manejaba la motocicleta desde la que dispararon a David Ortiz. Tomada por Glauco Moquete. Listín Diario.

Fotografía de Eddy Vladimir Feliz García, el hombre que manejaba la motocicleta desde la que dispararon a David Ortiz. Tomada por Glauco Moquete. Listín Diario.

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Redacción DigitalSanto Domingo Este

El caso David Ortiz ha puesto en evidencia, una nueva vez, las precariedades con las que opera la justicia en República Dominicana.

Su caso comenzó a conocerse en “el furgón”, un contenedor reciclado adquirido en el año 2002 que prometía ser una solución temporal ante el alto cúmulo de casos con los que laboraba el Poder Judicial de República Dominicana.

Así fue el primer día del proceso, el martes 11, cuando se trasladó allí a Eddy Vladimir Feliz García para el conocimiento de su solicitud de medida de coerción. Desde entonces el caso ha sido movido, ante la cantidad de imputados, a una de las salas del segundo nivel del Palacio de Justicia de Santo Domingo Este.

Jorge Subero Isa, entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia, describe cómo un furgón se convirtió en un espacio para impartir justicia en un post en su blog titulado “Historia de un furgón Judicial”, escrito en 2016.

Subero Isa explica que las precariedades con las que operaba en la época la Procuraduría General de la República, responsable de los movimientos de los presos desde las cárceles hasta los centros de atención de la justicia, se hacía casi imposible una correcta respuesta de las autoridades.

“Cuando no era que el vehículo no llegaba a tiempo, era que le faltaba una goma o se había averiado en el trayecto”, dice Subero Isa en el referido escrito. “Esta situación conllevaba que los procesos fuesen constantemente aplazados por los jueces porque los ´presos de Najayo no habían llegado´”.

Ante este contexto, una mañana de 2002 el entonces presidente de la Suprema vio en la Plaza Merengue, en la avenida 27 de Febrero esquina Tiradentes, un furgón que estaba en exhibición para su venta. Tras un análisis de personal de la Suprema Corte, y al confirmar que podría ser utilizado, se propuso al Pleno de la alta corte la compra. Así se procedió.

Ese mismo año quedó en funcionamiento el juzgado de instrucción móvil del Distrito Nacional, que comenzó a operar en las afueras de la cárcel pública de Najayo, en San Cristóbal, de donde provenían la mayoría de reos que debían ser trasladados a Santo Domingo.

El 7 de octubre del mismo año, 2002, el furgón fue llevado a la Penitenciaria de La Victoria, cuenta Subero Isa, quien fue presidente de la Suprema Corte entre 1997 y 2011.

“Su próximo destino sería el municipio de Santo Domingo Este, provincia Santo Domingo”, va relatando en su texto el presidente de la Suprema.

Había llegado allí ante la división territorial del Distrito Nacional, fraccionado en el 2002 para lograr un mejor funcionamiento. En esa división se crearon los municipios Santo Domingo Este, Norte, Oeste y Boca Chica.

“…los tribunales creados no eran suficientes para atender la demanda de servicios requeridos por un territorio tan amplio como lo era en ese entonces el Distrito Nacional, que comprendía tanto la zona oriental, incluyendo Boca Chica, como la norte, Villa Mella y otras localidades, y la zona oeste del Distrito Nacional, como eran Los Alcarrizos, Pedro Brand, Herrera, etc”, dice Subero.

En marzo del año 2018, el Consejo del Poder Judicial dispuso la implementación de 12 oficinas móviles en furgones para el conocimiento de las audiencias preliminares de los imputados desde los centros penitenciarios, “cuyos juicios deberían ser conocidos de 9:00 de la mañana a cinco de la tarde y en horario extendido si fuere necesario”. La disposición fue adoptada mediante resolución 5-2018.

Volvamos a 2002: ante la división del Distrito Nacional y la creación de la provincia Santo Domingo, fue designado como procurador fiscal de Santo Domingo Eddy Olivares, quien, dice Subero Isa, no tenía un despacho en el que operar. Entonces comenzó la búsqueda de un lugar, hasta hallar un local comercial que antes había sido un motel. El lugar se acondicionó y comenzó a funcionar allí el Palacio de Justicia.

Desde entonces llovieron las promesas de construcción de un adecuado Palacio Justicia para la zona. A tal punto que se llegaron a dar hasta dos primeros picazos para su construcción. Al día de los trabajos van en camino.

Fotografía de Adriano Rosario. Listín Diario.

Fotografía de Adriano Rosario. Listín Diario.

Fotografía de Adriano Rosario. Listín Diario.