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LA GENERACIÓN Z

Faltan parques en los municipios para diversión de ‘Generación Z’

El parque central Ramón Matías Mella es uno de los espacios de Santo Domingo Norte en peor estado. LAURA ORTIZ.

El parque central Ramón Matías Mella es uno de los espacios de Santo Domingo Norte en peor estado. LAURA ORTIZ.

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Laura Ortiz GüichardoSanto Domingo

Pese a que los videojuegos y plataformas de entretenimiento como YouTube se han convertido en una de las principales ofertas de diversión para los “Z”, todavía hay muchos que se rehúsan a dejar de lado por completo montar columpio o, simplemente, corretear en sus alrededores.

Esto, a veces, representa un reto, pues los que pertenecen a esta generación no disponen de muchos espacios de recreación en sus municipios, y los pocos que hay lucen descuidados.

Un ejemplo de esto lo constituye el caso del hijo de 11 años de Amarilis Abreu, que a pesar de que disfruta jugando al aire libre, ha tenido que recurrir a los videojuegos a tiempo completo. Y esto porque en la urbanización donde vive la familia, en Santo Domingo Norte, no hay parques.

“Mi hijo bajaba mucho a jugar en la calle; a mí no me gustaba porque es un peligro. A veces lo llevábamos al Mirador Norte, que es el que está un poquito más cerca, pero eso solo se podía los fines de semana o días feriados”, asegura Abreu, mientras señala que otro factor que le impide llevarlo a ese espacio con más frecuencia, es que adultos y niños tienen que pagar 50 y 25 pesos, respectivamente, para hacer entrada. Otro de los parques más conocidos del municipio norteño es el Ramón Matías Mella, que gracias a encontrarse en una zona céntrica de la avenida Charles de Gaulle era adonde se dirigía la mayoría de las familias del sector, buscando pasar un rato agradable al aire libre.

Actualmente, el escenario que se observa allí es el de un área totalmente abandonada, con columpios rotos, un gazebo casi derrumbándose y, tal si fuera poco, grupos que se juntan en los alrededores para beber y fumar durante todo el fluir del día.

En el caso de Santo Domingo Este, muchos de sus moradores coinciden en que la cantidad de niños y familias que asisten a los parques es mucho menor que años anteriores, aunque aseguran que estos lugares de diversión todavía tienen su público.

Fue precisamente eso lo que llevó a los munícipes a solicitar del Ayuntamiento la remodelación de los parques de la zona que lucían descuidados. Ahora, después de su acondicionamiento, muchas más familias se acercan a las plazas recreativas de estos espacios de recreación.

“Antes no llevaba a mi hijo ni a mi sobrino a esos parques por la falta de acondicionamiento que exhibían, pero ahora trato de sacar un día a la semana para llevarlos a jugar, con el propósito de desconectarlos de la tecnología y permitirles tener contacto con otros niños y con la naturaleza”, testifica Yasmil Pozo, residente en la zona.

Agrega que hay que tener en cuenta que, aparte de la tecnología, existe un mundo afuera.

“Hay que permitirle a nuestros hijos este tipo de actividades e interacciones, ya que los ayuda a que sean personas más empáticas, sensibles e independientes”, concluye Pozo, a modo de reflexión.

Los residenciales El descuido, e incluso falta de espacios para el disfrute de los más pequeños, es un problema que se extiende hasta los complejos de edificios de diferentes partes de la capital.

En el residencial Villa Graciela, de la avenida República de Colombia, por ejemplo, nunca ha habido un espacio exclusivo.

En Las Bienaventuranzas Sur, en la avenida Jacobo Majluta, a pesar de que antes existía un área de recreación infantil, a día de hoy es prácticamente inexistente.

“Antes eso siempre estaba lleno. Ahora lo que hacen es montar bicicleta por los alrededores de la cancha”, resalta Melody Reynoso, moradora del complejo desde hace cinco años, agregando que desde hace dos años el parque está descuidado, y sin juegos.

Peligro Muchos y muchas de los pertenecientes a esta cohorte demográfica se ven en la obligación de montar bicicleta o patineta en las aceras y calles de sus sectores, exponiéndose a los peligros que acechan constantemente en las afueras.

Importancia De acuerdo con psicólogos, juegar al aire libre constituye un elemento básico en la vida de todo infante, ya que este contribuye al desarrollo del aprendizaje, de las habilidades sociales y emocionales, además de ayudarlos a ser mas independientes.