Análisis Político
El anti-reeleccionismo ahora es una trampa
Aunque solo se reúne cada cinco o seis meses, el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es el único organismo que funciona en esa organización y si a eso se une que controla todos los poderes, nos podemos explicar que sea la fuerza determinante al día de hoy para definir el futuro inmediato del país.
Quien pierda de vista esta realidad y le interponga sus deseos, tiene serias dificultades para elaborar una táctica correcta, unir a la oposición y derrotar al peledeísmo en las urnas en febrero y mayo de 2020.
Más de un partido opositor -llamémoslos así por comodidad- se ha trazado la “táctica” de declarar la lucha contra la reelección, en este momento, como su tarea principal.
No siendo Danilo el candidato presidencial seleccionado, luchar contra la reelección es cargar contra molinos de viento cuando el objetivo principal de los partidos opositores ahora debe ser confrontarse con el gobierno desde el corazón del pueblo y definir al PLD, como totalidad, como su objetivo a debilitar y derrotar.
Cualquier dirigente político con experiencia debe saber que cuando la oposición trata de obstruir una opción dentro del partido en el gobierno (en este caso a Danilo como candidato del PLD), quiera o no, está trabajando para su principal contendiente interno, que aquí y ahora es Leonel Fernández.
La oposición no puede pretender “contribuir” a seleccionar el candidato de su preferencia en el PLD, sino que tiene que organizarse, forjar una verdadera unidad y encarnar las aspiraciones populares para enfrentarse a cualquier candidato que surja del partido gobernante y salir a derrotarlo.
A quien corresponde en esta etapa, casi exclusivamente, derrotar las aspiraciones continuistas de Danilo, es a Leonel y sus estrategas, no a la oposición que no tiene acuerdos con Leonel y tampoco los tendrá (como bloque) si por un “aborto de la naturaleza que no se ve en el horizonte” es escogido candidato presidencial del PLD.
¿Se habrá preguntado algún dirigente opositor que ahora coloca la lucha contra la reelección como el centro motor de su táctica, qué escenario le espera después que logre -si lo consigue- detener la aspiración reeleccionista de Danilo y del danilismo?
Si el candidato no es Danilo -he dicho que lo será más allá de mis deseos-, pocos pueden dudar de que entonces el escogido para mantener al PLD en el poder, sea Leonel.
Suponiendo que el clamor contra la reelección logre forjar algún nivel importante de unidad amplia de la oposición, la eventual selección de Leonel como candidato del PLD haría añicos ese ensayo de unidad porque gran parte de ellos iría a pactar con él y a arrojar al patio a los “caballitos valientes que les ponen la carga y no la sienten”.
Sin reelección para enfrentar y con Leonel como candidato, venerado por una franja importante de la oposición, “hasta ahí llega el amor” y quienes se casaron con la “táctica anti-reeleccionista pura y simple”, se quedarán mirando pasar a las multitudes por las grandes alamedas.
¿Quién los entiende? Mientras la lucha contra la reelección (en declaraciones de prensa, entrevistas y discursos de campaña) es el principal accionar de los dirigentes más sobresalientes de la oposición, algunos de ellos, como Luis Abinader, aseguran al país que sus legisladores jamás aprobarán una reforma constitucional para que Danilo pueda volver a ser candidato.
Y mi pregunta no puede ser más obvia: Si Abinader está seguro de que con los legisladores del Partido Revolucionario Moderno (PRM) no se puede contar para modificar la Constitución, ¿por qué hace de la lucha contra la reelección su principal bandera discursiva y alerta que ella acabaría con la gobernabilidad?
Una de dos: ¡La reforma no es posible porque los legisladores del PRM no van a votar por ella como creen sus dirigentes o es posible que algunos voten y por tanto hay que tratar de matar el engendro reeleccionista en el vientre!
No entiendo cómo se enfrenta cotidianamente un propósito (la nueva postulación de Danilo) si al mismo tiempo se asegura que no tendrá los votos para modificar la Constitución que ahora le impide volver en el 2020.
Signos reveladores Si me correspondiera a mí formular una táctica desde la oposición para las elecciones de 2020, partiera del supuesto de que Danilo buscará la reelección, hará modificar la Constitución y finalmente neutralizará a Leonel para que no se constituya en un enemigo de ese objetivo.
Me parece que esas tres acciones las logrará Danilo sin mayores contratiempos porque no es verdad que Leonel puede ganarle las primarias abiertas, los diputados se “convencerán” de la “pertinencia” de reformar la Constitución y con el Senado no hay ninguna duda de que la apoya.
Neutralizar a Leonel, quien anda diciendo que “¡No hay marcha atrás!”, puede ser la acción más dolorosa, pero internamente Danilo ni pierde ni empata con el expresidente que no le ha hecho la primera crítica a su gobierno y solo se expresa en parábolas.
Con ese recurso retórico, Leonel le expone a Danilo el epitafio de Abdelaziz Buteflika, olvidando que el líder argelino, como Ahmed Ben Bella, surgió en el combate heroico y victorioso contra el colonialismo francés y que fueron ejemplo de solidaridad militante con los revolucionarios dominicanos que lucharon contra los remanentes del trujillismo.
Los llamados poderes “fácticos” se pronuncian contra una nueva reforma a la Constitución y esas afirmaciones testimoniales de empresarios, iglesias y pensadores dio lugar a que analistas y formuladores tácticos pensaran que esta coyuntura no será igual que la del año 2015 que le permitió a Danilo reformar la ley sustantiva y poner a Leonel al servicio de la reelección.
Cuando esas voces se escuchaban -en los medios- con estruendo, yo escribí que esos eran testimonios para la historia y poses de ocasión, no rayas de Pizarro que nunca transpondrían.
En el eventual caso de que el candidato triunfador del PLD sea Leonel (lo que dudo mucho), hasta ahí llegaría el frente opositor anti-reeleccionista porque la mayoría de ellos se alinearían con la candidatura morada.
Pase lo que pase en Florida hoy, donde Danilo estará cabeza con cabeza con Donald Trump negociando políticas, el intento reeleccionista sigue siendo el corazón del momento político dominicano y por eso desata tantas gallolocadas.
¡Cuando pase la tempestad, contaremos las estrellas!