Sigue prófugo

Asesino tiene historial de maltrato a una familia

Encerrados. En esta vivienda los famliares de María González Nova han sido agredidos a balazos en varias ocasiones por Francisco Vélez, quien el domingo mató a Julia Nova, hermana de María.

Encerrados. En esta vivienda los famliares de María González Nova han sido agredidos a balazos en varias ocasiones por Francisco Vélez, quien el domingo mató a Julia Nova, hermana de María.

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Escarlin Pozo GuzmánSanto Domingo

Desde hace 10 años la vida de María González Nova y la de sus familiares cambió desde que inició una relación con Francisco Antonio Vélez, mejor conocido como Tony. Los insultos, maltratos y amenazas comenzaron a apoderarse de su hogar.

Las sonrisas comenzaron a apagarse para darle entrada a las lágrimas, angustias y al dolor que sentía tras cada golpe y daños psicológicos recibidos por este agresor, quien también perjudicaba y amenazaba constantemente a sus hermanas y madre.

A pesar que varias querellas fueron interpuestas contra Vélez, el miedo que imponía en la vida de María le hacía retirar las denuncias, pues temía que este hombre matara a sus seres queridos.

El pasado domingo a las 7:00 de la noche, la familia González Nova sufrió un hecho que les marcó. La expareja de María González se presentó a la vivienda de una de sus hermanas, ubicada en el sector Los Solares del Almirante, para cumplir con sus palabras: quitarle la vida a sus familiares por haberlo abandonado. Aquel día Julia Nova visitó junto a su hijo menor a su hermana Anabel Nova. El día transcurría normal hasta que Francisco abrió la puerta, se introdujo a la casa y, sin mediar palabras, comenzó a disparar.

Dos disparos alcanzaron a Julia, quien murió camino al hospital. Una de las balas casi alcanza a Anabel, pero se refugió detrás de una pared al presenciar el hecho que las tomó por sorpresa.

Su hijo de apenas 14 años presenció aquel acto. Aquella noche, el pequeño buscó protección “agachándose en una esquina”. Inmediatamente corrió hacia la puerta para buscar a su padre Cándido Meríñez y pedir auxilio a los vecinos.

“Me mató, me mató”, decía Julia mientras agonizaba de dolor en brazos de su hermana, quien revela no poder borrar de su memoria aquel instante.

Cuando su hijo regresó a la casa junto a su padre y varios vecinos, no podía procesar lo que veía. Por un instante detuvo la mirada en su madre que se encontraba tirada, ensangrentada y moribunda. Se quedó sin palabras y sin poder reaccionar, según describe su tía.

Luego de cometer el hecho Tony huyó. La Policía Nacional persigue a este hombre, quien es acusado de asesinar a su excuñada por alegados problemas personales con su expareja.

En 2009, el hijo menor de María tenía apenas dos años cuando en medio de una disputa familiar, Vélez le tomó uno de sus brazos y piernas y se los fracturó.

“Mi hermana se cansó de poner querellas que nunca resolvieron nada. Ella sufría mucho con las amenazas que recibía de él”, apuntó Anabel Nova.

El Almirante “ahora te toca a ti” Pasadas varias horas del crimen, el celular de María sonó e inmediatamente le notificó varias notas de voz enviadas por su expareja.

“Faltas tú ahora”. “Tú me llevaste a esto. Tanto que yo te lo advertí”. “Te va a pesar todo lo que me hiciste, tú verás”, eran las amenazas por parte de Tony, quien le advertía que “todavía faltan” otros familiares por matar.

Los integrantes de esta familia se encuentran protegidos por la Policía Nacional en casa de un familiar. Las puertas permanecen cerradas y dos guardias vigilan la casa hasta dar con el asesino. No tienen libertad. Sus hijos ya no asisten a clases.

María decidió irse a Estados Unidos para alcanzar su libertad y alejarse de los constantes maltratos que recibía de su expareja con quien tenía una relación de 10 años y había procreado tres hijos. Sin embargo, la distancia desencadenó una pesadilla para esta familia.

Jacqueline González Nova, también hermana de María, presenta varias cicatrices en su cuerpo. Estas marcas le recuerdan lo ocurrido en 2009 cuando su hermana y excuñado tenían aproximadamente cinco días separados.