La sociedad dominicana tiene más de una década, que con frecuencia pierde a personas productivas que son asesinadas para robarle su teléfono celular, en algunos casos que citaremos en esta nota de 2007 a 2018, la mayoría de las veces las víctimas eran sorprendidas en las calles y vehículos.

Esta pesadilla parece no detenerse, y cada día aumenta el riesgo de quienes portan estos aparatos, que se han convertido en herramientas casi indispensables para realizar distintas actividades y son de gran atractivo para los asaltantes.

Jóvenes estudiantes, adolescentes y a punto de graduarse; mujeres de distintas edades; así como militares y policías de diferentes rangos han sido ultimados en distintas ciudades para despojarlos de sus teléfonos.