Exposición
Juan Trinidad esculpe su arte mirando el futuro
“Sin olvidarme del pasado, hago esculturas pensando en el futuro”, es la frase que hace suya el artista y maestro de artes plásticas, Juan Trinidad, quien con la simbiosis de las culturas españolas, taínas y africanas, destaca la esencia de la dominicanidad en su máxima expresión.
Una de sus fieles compañeras en el manojo de obras tridimensionales es la “hipersensibilidad”, que provoca que sus espectadores se conmuevan por el aspecto abstracto y étnico de sus piezas, lo que evidencia el gran talento que emana a partir de cada una de las “artes” que lleva a cabo.
La técnica de realizar figuras a medio rostro es sin duda alguna una de sus principales características, realizadas con madera centenaria.
Describe como un sueño poder llegar a los horizontes europeos y asiáticos y enarbolando una atracción hacia la belleza artística modelada a través de la magia de la cultura dominicana y su auténtico mestizaje.
¡Se despertó la escultura! Su atracción por la escultura, ese arte primitivo que desde el Paleolítico inferior se hace presente, ocurrió durante un viaje al interior, específicamente hacia Bonao, en la provincia Monseñor Nouel.
Observaba con detenimiento la realización del modelado de figuras por parte de estudiantes del maestro y renombrado artista plástico Cándido Bidó. A partir de ese instante, el inquietante deseo de realizar piezas con esas características tuvo mayor auge en su mente. En las corrientes de un río, hurgó en busca de algún material que pudiera ser factible para la elaboración de un elemento artístico. Allí, de entre las aguas, encontró un pedazo de madera y con ayuda de una lija obsoleta y cuchillo que había hallado también, realizó una obra.
Cuenta que a través de esta pieza ganó la primera mención de honor en un concurso en Buenos Aires.
Esculturas figurativas Son el nombre que este talentoso escultor le ha dado a sus obras de medio rostro, lo que según él lo ha catapultado.
“Lo que querían nuestros ancestros lo he conseguido, ser libre. Y hoy de un árbol caído le doy la libertad”, manifiesta Trinidad.
Asegura que muchos viendo sus obras suelen llorar, ya que ellos mismos sin que el escultor se lo exprese, le dicen que ciertamente sienten la vida ancestral.
Trinidad dice que lo que más le ha marcado es la simbiosis de los medio rostros con la introspección y lo abstracto figurativo en lo que se observa la hipersensibilidad de los taínos, así como el encuentro de los europeos y los africanos con la dominicanidad.
(+) ¡OLAS DE SUEÑOS! El arte en sus dimensiones absolutas, es en gran medida la “recreación del ser humano” a través de la realización de cualquier obra o pieza de gran connotación. Así lo tiene bien claro Trinidad, quien hace sentir el verdadero ser de la identidad nacional.
Berlín, Milano, Japón, Viena, son solo algunos de los lugares en los cuales estarán expuestas sus obras a través del viaje itinerante que realizaría a partir del próximo 24 de septiembre de este año para exponer entre 30 a 34 obras.
Esa vinculación con este tipo de arte, nació de una simple observación, que permutó en la adquisición de un nuevo interés y floreció con la producción de sus nuevas piezas de colección.
“Para mí es un sueño, que traigo desde hace muchos años, con lo que es la dominicanidad, la simbiosis de mis obras, de mis esculturas, de lo tridimensional llevado desde lo taíno a lo africano”, expresa de manera enérgica, Trinidad.