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Maltratos

Jesús necesita un hogar por eso escapa de Conani y de su casa

Preocupación. La periodista Martina Espinal entrevistó a Jesús, quien describió la situación de miseria que le obligó a huir de su casa.

Preocupación. La periodista Martina Espinal entrevistó a Jesús, quien describió la situación de miseria que le obligó a huir de su casa.

La situación de Jesús, el niño limpiabotas a quien LISTÍN DIARIO sacó a la luz ayer, Día Mundial Contra la Violencia y el Trabajo Infantil, no es nueva para el Consejo Nacional para la Niñez (Conani), según nos explica Isidra Pérez, encargada social de la entidad.

Asegura que han hecho esfuerzos por retornarlo al seno de su familia, pero “él necesita un hogar, no una casa y la familia no ayuda con eso”. Isidra Pérez revela al LISTÍN que, como trabajadora social del Conani, ha trabajado con el jovencito e incluso lo han llevado a la sede central de esa entidad en Santo Domingo, donde ha sido tratado por especialistas, que luego lo remiten a la Regional de la ciudad de Santiago, de donde al poco tiempo lo retornan a su vivienda en el barrio Cienfuegos, lugar que abandona para retomar su vida. Jesús también estuvo una vez en el centro de menores de La Romana, de donde escapó.

Esos pasos, dice la funcionaria, no han dado el fruto esperado “porque, entiendo que el menor necesita más que una casa, un hogar, donde al igual que los demás adolescentes de su edad se le trate con el cariño y la atención que merece”.

Pérez expresa que Jesús, a quien encontramos en una de las calles de la Zona Colonial limpiando zapatos, es una víctima de la difuncionalidad familiar, en que los hijos, debido a que el padre o la madre tienen una nueva pareja, dejan de ser entes importantes.

Es por ello que Conani, resalta la funcionaria, llama a la familia y vecinos de niños y adolescentes que trabajan en las calles, obligados para aportar al sustento familiar o para huir de la casa que debería ser su hogar, víctimas de maltrato físico o verbal denunciarlos a través de la Línea Vida al (809) 200-1202.

Al describir las condiciones en que vive y se alimenta, Jesús manifestaba su deseo de vivir con su abuela que -según dice-, reside en Jarabacoa y donde puede sentir cariño familiar. Afirma que desea seguir estudiando y llegar a ser ingeniero para servir al país. Solo ha llegado hasta el sexto grado de primaria, por el momento.

La funcionaria de Conani asegura que insistirán en ubicar nuevamente a Jesús para ayudarlo, aunque aclara que es a la justicia que le corresponde dar seguimiento a la familia del menor que anhela vivir como los de su edad, sin los maltratos de su padrastro y con el cariño de su madre.

(+) SUEÑA CON SER INGENIERO Jesús, de 13 años, narró su situación a esta periodista la edición del pasado martes en La Vida. El adolescente que no sabe nada sobre su padre biológico, al igual que varios menores que viven en las calles de Santo Domingo, duerme en la Plaza Juan Barón, pero su sueño es retornar al seno de un hogar donde lo traten como un niño, poder estudiar y convertirse en ingeniero. Un sueño que alguien pudiese hacerlo realidad a propósito del Día Internacional Contra la Violenvia y el Maltrato Infantil. El adolescente se define como un niño triste, porque quisiera vivir en Jarabacoa con su abuela, pero no sabe cómo llegar allá, ni tiene los recursos para viajar. Dice que no le gusta la calle, debido a los riesgos que tiene que enfrentar cada día. Más de 300 mil niños son víctimas de trabajo infantil en el país, según cifras otorgadas por la Encuesta Nacional de Hogares (Enhogar) de 2014.

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