ÁREA PROTEGIDA
Rellenan humedales de Engombe para viviendas
La Defensora del Pueblo, Zoila Martínez Guante, alertó sobre la venta de solares para construir viviendas en los humedales ubicados en las Ruinas de Engombe, en el municipio Santo Domingo Oeste.
Denunció que en esa área protegida se está destruyendo la flora y la fauna, y se pondrá en riesgo la vida de las personas que construyan allí.
“Mi preocupación es para preservar la vida humana, porque esas edificaciones en las lagunas pueden colapsar ante cualquier ciclón, vaguada o tormenta, aún tengan fuertes columnas”, advirtió Martínez Guante.
Llamó a las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente a supervisar la zona, a protejer los humedales y a evitar las construcciones de viviendas.
También instó a las autoridades de la UASD a que paren la venta de solares en los humedales que está realizando la inmobiliaria de esa Academia.
“Son muchas lagunas, y las están vendiendo como solares.
O sea, que si viene una vaguada o un ciclón, se embromó todo el mundo”, señaló.
Dijo que vender terrenos de los humedales de las Ruinas de Engombe constituye un abuso contra el medio ambiente.
“Cuando yo doy la voz de alerta, pongan atención, que esto está atentando contra el medio ambiente, la fauna, la flora, y el ecosistema, y pone en peligro la vida de las personas a quienes le venden como solares”, indicó.
Martínez Guante dijo que han intervenido por las frecuentes llamadas telefónicas que ha recibido el Defensor del Pueblo de ciudadanos alarmados por la situación.
“La gente me ha llamado, he recibido muchas llamadas, pidiendo que llamen a la UASD, porque ellas no tienen fuerza”, apuntó.
Consideró que tan malo es la UASD como el que compra en ese lugar. “Atentan contra el medio ambiente, la flora, la fauna, el ecosistema, alguien tiene que venir aquí a poner respeto”, reclamó.
Sostuvo que como egresada de la UASD tiene la obligación de defender esa universidad y como Defensora del Pueblo de proteger a los ciudadanos para que no vayan a construir allí.
Lamentó que todo se haya convertido en un comercio en el país. Martínez Guante insistió que hay que proteger los humedales.
“Esto es una vergu¨enza, esto no es posible en un país que se respete. Medio Ambiente tiene que mandar su gente para acá”, clamó la Defensora del Pueblo, mientras señalaba un humedal que está siendo cubierto con caliche.
Consideró que se trata de un crimen, porque los humedales son áreas protegidas.
Presume que algunos solares que están aptos para viviendas se los vendieron a empleados de la UASD, pero que otros de los humedales se los cogieron para venderlos.
En un recorrido que hizo la Defensora del Pueblo por varios humedales mostró a reporteros de Listín Diario cómo están siendo llenados con distintos materiales, para ser habilitados para el asentamiento humano.
Martínez Guante visitó el área junto a un equipo del Defensor del Pueblo, compuesto por los abogados Miguel de León Carbonell y Rolkin Lorenzo, y el encargado administrativo, Pascual Pérez.
En la visita al lugar se pudo apreciar que la zona está siendo deforestada, a través del corte y quema de los árboles.
En algunas zonas hay pilas de materiales de caliches y hasta de asfalto, para llenar las hondas lagunas que allí hay, por lo que las personas que construyan pondrán en riesgo su vida y la de sus familias.
En distintos solares y viviendas que ya han sido levantadas hay colocados avisos de deslindes, con el propósito de conseguir títulos de propiedad.
Un residente en Engombe, próximo a los humedales, expresó que hace seis años esas lagunas eran áreas de pesca.
Otra comunitaria señaló que, a cada rato llegan camiones cargados de materiales para tirarlos en un humedal próximo a su vivienda, pero que los trabajadores no le hacen caso cuando les dicen que no pueden hacerlo. Manifestó que nadie ha ido a supervisar lo que está ocurriendo.
Según se informó, a algunas personas se les ha impedido construir, pero a otras no.
Un exempleado de la UASD señaló que Medio Ambiente le suspendió el permiso de construcción de su vivienda, cuando ya preparó zapata y colocó varillas. Pero al lado ya tiene una casita de tabla y zinc, donde vive con su familia desde hace casi 30 años.