DIRECTOR DEL INDRHI
Garantizan justa reubicación de familias que serán desalojadas por Monte Grande
El director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olgo Fernández, aseguró a las familias que serán desalojadas por la construcción de la presa, que los terrenos para la construcción del nuevo Monte Grande ya están ubicados.
Afirma que los residentes del lugar tendrán un hospital, parque de recreación, destacamento de policial, escuela, liceo secundario, guarderías infantiles, calles asfaltadas, con aceras y contenes y otras facilidades que acomodaran la vida de los residentes.
En un punto que coinciden todos los sectores de la región es en que el proyecto, “por ninguna circunstancia puede ser detenido” debido a que es una obra que se está reclamando desde hace tiene aproximadamente 5 décadas para beneficio de toda la Región Enriquillo.
Olgo Fernández y el senador Eddy Mateo Vásquez dijeron que la importancia del proyecto es tal que cualquiera que de manera individual atente contra su ejecución será enfrentado, aunque, aclararon que todo es por el bien de la región y de sus habitantes.
Las autoridades y las familias afectadas debaten lo relacionado con la cantidad de tareas a entregar a cada campesino que es de entre 30 y 40, pero éstos reclaman más porque en la actualidad tienen entre 60 y 70 tareas.
Con relación a este tema el senador de la provincia de Azua de Compostela, Rafael Calderón, considera que ese aspecto no debe frenar el avance de la obra, debido a que son pequeñas diferencias que deben ser resueltas sobre la marcha, por el bien de toda la zona suroeste.
Las familias a reubicar, según el director del INDRHI, Olgo Fernández, son en total 371 y proceden de las comunidades de Monte Grande, La Meseta, Los Güiros y San Ramón, que serán directamente afectados por la construcción de lo que se ha denominado el Metro del Sur.
Fernández hizo la advertencia durante un encuentro con actores comunitarios de las citadas localidades, luego de una acción de protesta que paralizó momentáneamente los trabajos de construcción de la presa Monte Grande e intranquilizó a los técnicos que llevan a cabo la ejecución del proyecto.
En el encuentro participaron el director del Instituto Agrario Dominicano (IAD), Emilio Toribio Olivo, los gobernadores de Barahona, Azua y Bahoruco, Pedro Peña Rubio, Walkiria Féliz y Rafael Cuevas, los senadores Eddy Mateo Vásquez, Manuel Paula, Juan Orlando Mercedes, Rafael Calderón, los obispos de la Diócesis de Barahona y San Juan, Andrés Napoleón Romero Cárdenas, José Dolores Grullón Estrella, la diputada Noris Medina y el alcalde de Santa cruz de Barahona, Noel O. Suberví Nín.
Olgo Fernández, aclaró que en el 2014 cuando se hizo un primer censo habían 180 familias, en un segundo registro del número de familias aumentó a 200, pero que para el 2015 cuando se efectuó un nuevo censo el número a reubicar pasó a 371, por lo que ese es el número a ubicar, porque es el más reciente y reiteró que “si aparece una familia más, los cabezas de familias tendrán que llevarse a sus hijas o hijos, con sus respectivos maridos a sus casas”.
Para el desarrollo de la región
En el encuentro habló Santos Esteban Ferreras, a nombre de las cuatro comunidades que deberán ser reubicadas, y contradiciendo al director del Indrhi se pronunció a favor de la entrega de una mayor cantidad de tierra que la programada por las autoridades.
Dijo que ellos están a favor de la construcción de la presa de Monte Grande, pero necesitan que sus predios afectados les sean recompensados porque no hacen nada con una presa, sino poseen terreno donde producir la comida de su familia.
El director del INDRHI, Olgo Fernández tomo nuevamente la palabra y reiteró que el proyecto y los trabajos que se llevan a cabo tienen un único fin: posibilitar el desarrollo y el despegue definitivo de la región Enriquillo, con la incorporación de al menos 400 mil tareas a la producción agrícola, conjuntamente con las ya existentes.
De su lado los senadores Eddy Mateo Vásquez, Rafael Calderón y el gobernador Pedro Peña Rubio, dijeron que el dialogo es la mejor “arma” para llegar los acuerdos que permitan concluir exitosamente la obra y resolver humanamente los problemas de los campesinos de la zona afectada por la construcción. En iguales términos se pronunciaron los obispos de las Diócesis de Barahona y San Juan, Romero Cárdenas y Grullón Estrella, indicando que se debe tratar “con justa dimensión la problemática planteada por los campesinos”.