CON POCO PODER
Con limitaciones en Santiago
La Policía Municipal de la ciudad de Santiago encara muchas dificultades y limitaciones para actuar apegada a las leyes vigentes y más aún para su funcionamiento.
Una urbe que registra una población, de acuerdo a organismos y medidores poblacionales locales, de al menos un millón 280 mil habitantes y que tiene dificultades serias en el tránsito, inseguridad ciudadana, cuidado de los parques y patrimonios municipales y otras carencias cotidianas, es imposible manejarla, con solo 205 agentes policiales municipales.
A este respecto, el coronel retirado de la Policía Nacional, Marcelino Luciano Liberato, actual director de la Policía Municipal de Santiago, en declaraciones al Listín Diario, reconoce que esos agentes son insuficientes para enfrentar los múltiples problemas de esta norteña ciudad, pero a la vez estima que el número aumentó tras la llegada a la Alcaldía de Gilberto Serulle.
Por igual, aclaró que las funciones específicas de esa institución es proteger los patrimonios municipales, pero que también organizan el tránsito en centros escolares públicos y privados y que en coordinación con la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet), colaboran para viabilizar el tránsito.
“Nosotros hemos hecho una alianza estratégica con la Policía a los fines de contribuir con la seguridad”, proclamó.
A este respecto, comunicó que han establecido medidas de seguridad en algunas escuelas públicas y colegios”, acotó.
Como los eligen Luciano Liberato declaró que tras su llegada a la Policía Municipal promovió una depuración amplia de sus miembros, y que al menos 50 no aprobaron la formación y las técnicas establecidas para convertir a Santiago en una ciudad más segura.
En este orden, aclaró que se ha creado la Escuela Básica para la formación de los policías municipales de la ciudad de Santiago y que en seis promociones gradúan al menos 125 miembros de esa entidad.
“En esos cursos les impartimos clases de guardia exterior, civismo, relaciones humanas, les pedimos un currículo y un papel de buena conducta de la Fiscalía a los fines de que los policías se preparen para ayudar y proteger a la sociedad de Santiago”, enfatizó.
“Tenemos limitaciones, pero hemos hecho lo posible para que esta ciudad, sea más segura”, precisó Luciano Liberato, quien además de excoronel de la Policía, es abogado. Proclamó que muchas instituciones solicitan con frecuencia su presencia para organizar ciertas actividades, pero reconoció que no tienen el personal suficiente.
Luciano Liberato informó que tras su llegada a la institución, los policías municipales devengaban sueldos que oscilaban entre 3,000 y 4,000 pesos al mes, pero que por instrucciones del alcalde Gilberto Serulle, se elevó a 7,000 pesos.
Un poder sin poder Luciano Liberato, un coronel retirado que dirigió el Departamento de Robos de la Policía Nacional con asiento en Santiago por más de dos ocasiones, refirió que por instrucciones del alcalde Gilberto Serulle pensaron integrarse a las labores de la seguridad ciudadana de Santiago.
No obstante, expresó que encontraron muchos escollos, porque a pesar de que las personas que apresaban los agentes era en flagrante delito, la Policía Nacional y la Fiscalía se negaban a recibirlos, pese a que se les respetaban todos sus derechos fundamentales.
Escollos El director de la Policía Municipal comentó que como autoridad hicieron esfuerzos para integrarse a las labores de seguridad ciudadana, pero que encontraron muchas limitantes, porque hay algunas personas, entre ellas algunas autoridades, que han interpretado mal la ley 176-07.
Luciano Liberato enfatizó que esa legislación establece que cualquier persona que aprehende a otra en flagrante delito puede conducirla a la autoridad competente, siempre respetando sus derechos humanos.
Pero se quejó, porque en ocasiones, agentes de la Policía Municipal apresaban en flagrante delito a delincuentes y que tanto la Fiscalía como la Policía Nacional se negaban a recibirlos y que, por lógica, tenían que libertarlos.