PANORAMA POLÍTICO
Danilo se anota una victoria con proyecto de naturalización
El proyecto de ley que establece un régimen especial había sido esperado con ansiedad en el país y en el exterior porque resolvía el problema derivado de la sentencia 168-13, del TC, que provocó repudio en Haití, los países amigos del Caribe y personalidades intelectuales.
El presidente Medina solucionó el problema más incómodo de su gobierno de casi dos años al presentar ante el Congreso Nacional, vía Cámara de Diputados, que lo aprobó en dos lecturas consecutivas, el proyecto de ley que norma la manera en que las personas nacidas en territorio dominicano con raíz extranjera, puedan adquirir la nacionalidad dominicana.El proyecto de ley que establece un régimen especial había sido esperado con ansiedad en el país y en el exterior porque resolvía el problema derivado de la sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional, que provocó repudio en Haití, los países amigos del Caribe y personalidades intelectuales que denunciaban que la sentencia apuntaba hacia descendientes haitianos. El proyecto que establece el régimen especial para las personas nacidas en territorio nacional inscritas irregularmente en el registro civil, al parecer beneficiará a más de 20,000 haitianos que se encuentran en esa condición, pero dejará la brecha para que otros miles de nacionales de ese país puedan obtener su naturalización o visados de trabajo o estudiante. Aunque las críticas a la sentencia 168-13 recayó más bien por el caso de los haitianos, el proyecto de ley no es exclusivo para esa nacionalidad sino que abarca a todos los que se encuentran en condición irregular, que al parecer son muchos, dada la facilidad con que se adquiere la visa dominicana, la residencia o se viola la estancia. Medina recibió de inmediato el reconocimiento de la generalidad de los grupos políticos y de la sociedad civil, así como el respeto del gobierno de Haití, el cual dijo por voz de su primer ministro, Laurent Lamothe, que reconocía el derecho de la parte dominicana sobre quiénes son nacionales en su territorio. Tras la segura aprobación de la Cámara de Diputados y el Senado y la promulgación del Poder Ejecutivo, al régimen de Medina le queda el camino de restañar las heridas provocadas por la sentencia 168-13 entre los países del CARICOM, que de manera unánime pidieron sanciones para la RD y denunciaron supuestas violaciones de derechos humanos y apatridia. Ley de régimen especialLa ley que establece un régimen especial para personas nacidas en el territorio nacional inscritas irregularmente en el Registro Civil dominicano y sobre naturalización, fue el resultado de un consenso de los diversos grupos sociales del país, expertos de la región y dirigentes de los partidos políticos, que coincidían en buscar una solución humanitaria al caso del TC-168. Al probarse la ley sometida, se regularizaría la situación de las personas nacidas en la República Dominicana, “que siempre han vivido en nuestro país, que se sienten dominicanos y que en todos los casos cuentan, además, con un documento oficial emitido por el Estado Dominicano que les permitió desarrollar su vida con certeza y expectativas concretas basadas en dicha documentación”. El Poder Ejecutivo entiende que “regularizar esos documentos es la forma más justa, rápida y definitiva de terminar con la incertidumbre de estas personas y sus descendientes, y desterrar para siempre la posibilidad de que sus derechos sean restringidos por carencias administrativas en las que ellos no tuvieron ninguna responsabilidad ni participación”. La pieza enviada por el Poder Ejecutivo hace la aclaración que solamente se podrán acoger a los beneficios de la iniciativa las personas inscritas en el registro civil dominicano entre 1929 y 2007, por lo que la población definida tiene un número limitado y no podrá aumentar en el futuro. En un segundo grupo se encuentran los hijos de extranjeros, que estén en capacidad de demostrar que nacieron en la RD pero que no fueron inscritos en ningún registro público. Dice que esta población deberá acogerse al Plan de Regularización de Extranjeros en condición irregular, actualmente en proceso y, posteriormente, podrán acceder, si así lo deciden, al procedimiento de naturalización establecido por la ley que rige la materia. El presidente Medina, fortalecido por el apoyo popular que ha ido creciendo acorde con su estilo de trabajo y de la buena fe que se reputa a sus intenciones, soportó querellas, disidencias y amenazas de sectores políticos y grupos radicalizados y envió el proyecto de Régimen Especial en el momento oportuno cuando se sabía de un respaldo a su decisión y el país mostraba cansancio. Aunque el tema al parecer había agotado lo que podría ser una razonable paciencia del régimen, el presidente Medina siguió todo el tiempo con su programa de inauguraciones de escuelas, vías públicas y obras construidas hace muchos años como el Merca Santo Domingo, llamado a abastecer la capital de productos agrícolas a mejores precios. Encuestas le ayudanCasi al mismo momento en que se produjo la introducción del proyecto de ley que se define como “Ley que establece un régimen especial para personas nacidas en el territorio nacional inscritas irregularmente en el Registro Civil dominicano y sobre naturalización”, la encuesta de Penn, Shoen and Berland dijo que el 72% de los dominicanos la apoyaría. La encuesta, publicada a principios de la semana pasada, le otorga un respaldo inusual al presidente Medina y a su régimen y dice que el 70% de los ciudadanos apoyan que el gobernante vuelva a postularse en las elecciones del año 2016. Lo que podría ser más sorprendente es que si bien 77% de los que definieron como peledeístas lo endosan, también lo hace el 61% gente del PRD. Para el presidente Medina podría ser de singular satisfacción que la aprobación del público a su régimen sea ahora del 69% cuando hace un año era de un satisfactorio 58%, según Penn, Shoen and Bernard. Aunque no diría nada sobre lo que los ciudadanos piensan entre su régimen y el anterior del doctor Fernández, ya que la encuesta encontró que 85% está ahora más satisfecho. Se dice que el régimen de Medina acaricia sus propias encuestas que le otorgan una aceptación superior al 80%, que es la cifra aproximada hacia lo alto de acuerdo a mediciones anteriores de otras firmas encuestadoras. Para mañana lunes se espera la publicación de la encuesta de Gallup, que mide los mismos temas de política, economía y percepción sobre el gobierno. Hasta el pasado viernes el presidente Medina no había hecho ningún comentario sobre los resultados de la encuesta Penn, Shoen and Berland que le dan una renovada aprobación a sus ejecutorias, en medio de numerosos problemas sociales que está tratando de resolver. En sus afanes para cumplir su programa de gobierno, el presiente Medina tiene razones para sotorreirse.