NEGRO VERAS
Caso Yordi lleva 42 meses sin justicia
SU PADRE, EL JURISTA RAMÓN -NEGRO- VERAS, ATRIBUYE EL RETRASO AL EXCESO DE GARANTÍAS QUE OFRECE A LOS DELINCUENTES EL NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
El caso del atentado contra el comunicador y abogado Jordi Veras lleva 42 meses en la justicia y todavía no ha habido una condena contra los acusados del hecho que casi provoca la muerte al hijo del reconocido jurista santiaguero, Ramón -Negro- Veras. La fase de juicio de fondo empezó en enero pasado y aunque han sido fijadas varias audiencias, ninguna ha podido celebrarse. Negro Veras precisó que las audiencias han sido aplazadas, debido a la estrategia empleada por los acusados, que cambian constantemente de abogado para retrasar el proceso, que no puede ventilarse si el imputado carece de defensa legal. El jurista Negro Veras habló sobre el proceso seguido contra los acusados de atentar contra la vida de su hijo en el Desayuno de Listín Diario, en el que participaron su director Miguel Franjul y el coordinador Fernando Quiroz. Precisó que en la fase de instrucción el proceso duró 30 meses, siendo iniciada la etapa de juicio de fondo desde hace 12. Este retraso que afecta el caso es atribuido por Veras a las garantías que brinda el Código Procesal Penal a los delincuentes, en perjuicio de las víctimas, por lo cual demanda una modificación de esa norma. Considera que se debe legislar para establecer un mecanismo que impida que los imputados abusen del Código Procesal Penal. “El Código Procesal Penal no puede seguir como hasta ahora, se deben respetar los derechos de los imputados, darles garantías, pero los delincuentes no pueden tomar esa garantía como un bajadero”, consideró. Precisó que la audiencia del lunes pasado fue reenviada porque uno de los acusados cambió su abogado privado por un defensor público. “En cada audiencia los imputados se presentan con el cambio de abogados, están jugando con eso”, manifestó. Veras no tiene quejas sobre el sistema judicial, jueces, fiscales ni los policías que dirigieron la investigación. Su crítica es contra el mecanismo que contempla el Código Procesal Penal, que dice permite que los delincuentes se burlen del sistema judicial. Tampoco cuestiona que los imputados utilicen los medios legales que les permite el Código, pero censura que abusen de ellos. Sostuvo que ese Código resulta infuncional para un país subdesarrollado y con instituciones débiles como la República Dominicana. Pese a todos los tropiezos, Negro Veras se mantiene firme. “No voy a escatimar esfuerzos hasta tanto se dicte una sentencia condenatoria”, advierte. Cree que la sociedad debe estar atenta a ese proceso, porque no puede seguir a merced de la delincuencia, pues entiende podría resultar lesionada si no se hace justicia. Percibe que los imputados temen a las pruebas presentadas, pues está convencido de que con el expediente que se ha preparado se producirá una condena ejemplarizadora.
(+)UN CASO QUE IMPACTÓ A LA FAMILIA VERASCon casi 75 años, Negro Veras confiesa que ningún hecho le había impactado tanto en su vida como el intento de asesinato de su hijo, el 2 de junio de 2010, que le provocó la pérdida de un ojo. Por el papel activo que ha desempeñado durante toda su vida en contra de los abusos y violaciones a los derechos humanos, Negro Veras dice que siempre esperó un atentado en contra de él, pero no en contra de alguno de sus progenitores, para lo cual dijo no está preparado. “El atentado contra mi hijo ha sido el mayor impacto en mi vida, yo preferiría morir antes que uno de mis hijos o mis nietos”, contó. Aunque el atentado no ha impedido que Jordi continúe su ejercicio jurídico, ha variado su rutina de vida, y al menos lo ha sacado de los medios de comunicación, pues ha dejado de participar en el programa televisivo, al cual se dirigía cuando recibió los dos impactos de bala. Y es que toda la familia Veras ha cambiado totalmente su ritmo de vida después de ese hecho. Agradece la solidaridad brindada por distintos sectores de la vida nacional. Considera que el peso del atentado no ha sido más pesado por el calor humano y la solidaridad que ha recibido, el cual valora. Indicó que para cualquier joven o padre de familia el atentado a su hijo debe ser su caso.