RADIOGRAFÍA

Vida y muerte Rolando Florián Féliz, el primer "capo" de la República Dominicana

ANTES DE MORIR ESTABA EN SU CELDA CON DOS MUJERES CON QUIENES, DICEN, INGERÍA ALCOHOL

Rolando Florian Feliz: Seis balazos acabaron con la vida de uno de los hombres más temidos del país. Patología Forense no ha emitido el reporte, pero un capitán asume el hecho.

Rolando Florian Feliz: Seis balazos acabaron con la vida de uno de los hombres más temidos del país. Patología Forense no ha emitido el reporte, pero un capitán asume el hecho.

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María Isabel SoldevilaSanto Domingo

Santo Domingo.- Lo buscaban desde hacía tres años cuando, el 8 de junio de 1996, la policía lo atrapó. Tenía sobre su cabeza una condena a 20 años por su responsabilidad en el embarco de 953 kilos de cocaína desde Panamá. No era la primera vez.

Rolando Florián Féliz, quien murió anteanoche bajo el fuego del arma del capitán Lino de Oca Jiménez y posiblemente otros guardias, fue el primer “capo” dominicano, en los años 90.

Su reinado –era un secreto a voces– no culminó con la sentencia que dictó la jueza presidenta de la Primera Sala Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional.

La muerte lo alcanza 

Siete disparos. Con el pecho abierto, uno de los reos más conocidos de la historia dominicana vio concluir sus convulsos días. Llevaba casi 13 años de encierro, aunque la gente comentaba que, de vez en cuando, su poder le hacía “aparecer” por las calles.

Tenía privilegios, como el que dio origen al incidente del sábado.

Florián Féliz llegó a convertirse en un personaje casi mitológico. Su arrogancia contribuía a aumentar la leyenda.

Lo recuerdan por sus gafas oscuras durante el juicio, las que se negaba a quitarse y nadie osaba retirlarle.

O por el túnel que, usando una guía satelital, mandó a cavar para fugarse de la cárcel.

El 7 de mayo de 1996, el gobierno de Estados Unidos lo pidió en extradición. Florián, quien había amenazado con revelar complicidades con las autoridades antidrogas de República Dominicana, dijo que quería ir.

Era soberbio, violento. El “representante” del cartel del Cali en el Caribe. En los tribunales miraba siempre fijamente a sus acusadores.

Le condenaron, además de por narco, a seis años por complicidad en el secuestro y asesinato del hijo senador Augusto Féliz Matos, Víctor.

Trató de fugarse en al menos cinco ocasiones de la cárcel de Monte Plata, donde fue enviado originalmente. Esto siempre con la complicidad de policías a los que corrompía con prebendas. Le condenaron a cinco años por esa causa. Como en el país no se acumulan las penas, le restaban siete años para salir libre.

El 16 de enero de este año, Florián vio cerca su salida de Najayo. El fiscal adjunto de la Corte de Apelación de San Cristóbal, William Sepúlveda, le otorgó la libertad condicional por haber cumplido más de la mitad de la pena. No fue posible.

El Consejo Superior Disciplinario del Ministerio Público destituyó a Sepúlveda y se aseguró de que la llave que cerraba la celda de Florián Féliz no girara.

Familia Florián Féliz nació en 1966. A sus 43 años, llevaba 13 encerrado por acciones criminales. Tenía 15 hijos. Varios de los cuales fueron concebidos tras las rejas. Decía haberse convertido a la fe.

(+) UNA MUERTE LLENA DE MISTERIO

Diversas informaciones han circulado sobre los hechos que culminaron con la muerte de Rolando Florián Féliz el pasado sábado. El comunicado oficial de la Dirección de Prisiones indica que se produjo “próximo a las 9:00 de la noche, cuando el capitán Lino De Oca Jiménez le reiterara al recluso Florián que debía terminar la visita que le hacían las señoras Danerys Mejía de los Santos y Yury Lora desde las 4:00 de la tarde”. Mientras prisión asegura que sólo disparó Jiménez, éste dijo a LISTÍN DIARIO que al menos otra persona más había disparado.

El Comité de Mejoramiento de la Cárcel de Najayo identificó al capitán por su apodo en el penal: ”prebenda”.

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