MIRADOR OESTE
Depredan área de parque en Haina para sembrar y vivir
SANTO DOMINGO.- En los últimos 15 días, un grupo de personas desmontaron una amplia franja del bosque que protege el estuario del río Haina para hacer conucos y habilitarlo para la construcción de casas. Así lo denunciaron ocupantes del residencial Mirador del Oeste, ubicado en las cercanías del peaje instalado en la vieja vía que conduce a San Cristóbal. Los vecinos dijeron que entre las personas hay un grupo de haitianos que se ha dedicado a prender fuego al área verde que forma parte del Parque Mirador del Oeste.
La zona afectada se encuentra ubicada entre los puentes de la autopista 6 de Noviembre y Sánchez que comunican a Santo Domingo con San Cristóbal, donde se puede observar conucos y personas trabajando en la tala de árboles.
Área protegidaEl presidente de la junta de vecinos del residencial Mirador del Oeste, José Miguel Núñez, pidió a la Secretaría de Medio Ambiente su intervención para evitar que esa área protegida, que forma parte del cinturón verde de Santo Domingo, sea convertida en un cordón de miseria.
Del territorio destinado al Parque Mirador del Oeste es muy poco lo que queda, pues en los últimos ocho años se han asentado en el lugar más de 500 familias que han levantado casuchas desde la cima de una cumbre hasta las cercanías de la cañada Guajimía, frente al peaje de la autopista 6 de Noviembre.
“Nosotros queremos que se preserve esa zona como parque, pues es lo que nos garantiza disponer de un medio ambiente más sano y que además protege las aguas del río Haina. Al momento que aquí se permita la construcción de casuchas, va a pasar lo mismo que con los ríos Ozama e Isabela”, agregó.
Demandó del director del Servicio Nacional de Protección Ambiental destinar un personal fijo para evitar que las llamas consuman el área de bosque que queda, como asegura que ocurre frecuentemente todas las noches.
Informó que junto a sus vecinos ha dado seguimiento a la situación y le inquieta que cuando llegan policías ambientales los intrusos se esfuman, pero cuando se marchan aparecen como por arte de magia.