ARTISTAS
Super Bowl: los momentos memorables en los intermedios de todos los tiempos
En Miami, en 2020, Shakira y Jennifer López dejaron su huella en el Super Bowl, con sabor latino
Al comienzo del Super Bowl, a finales de los sesenta, las bandas de marcha se encargaban de amenizar el descanso del partido.
A medida que avanzaban las ediciones, el “show” fue evolucionando hasta convertirse en un espectáculo que levanta tanta expectación como el encuentro en sí.
A lo largo de los años ha habido actuaciones y momentos memorables que ya forman parte de la historia de la competición.
Este domingo 11 de febrero, Usher actuará en el intermedio del Super Bowl 2024, un evento que ya conoce porque participó en la edición de 2011, y, además, lo hará dos días después de lanzar su disco “Coming Home”, a la venta a partir del viernes 9 de febrero.
Usher llega precedido de una Rihanna encargada de amenizar la Super Bowl 2023 en el State Farm Stadium, en Arizona, donde emocionó al mundo a posar sus manos sobre su vientre para revelar que estaba embarazada.
RECORRIDO HISTÓRICO
Cuatro meses después de los atentados del 11-S, que costaron la vida a casi 3.000 personas, la banda dublinesa U2 se subió al escenario del Super Bowl.
La herida estaba reciente y el grupo quiso rendir tributo a las víctimas. Bono entonó “MLK” y “Where the Streets Have No Name”, mientras a sus espaldas se proyectaban los nombres de las mujeres y hombres que murieron en los ataques terroristas.
Después, cayó la lona dejando al descubierto una luz brillante y a la banda como protagonista sobre el escenario.
El vocalista hizo entonces un corazón con sus manos sobre su torso y al abrir su cazadora dejó ver el forro confeccionado con los motivos de la bandera estadounidense.
Dos años después, se produjo otro momento que, por controvertido, es uno de los más recordados. Se conoció como el “Nipplegate”.
En aquella ocasión, Jessica Simpson dio el pistoletazo de salida y Janet Jackson comenzó a cantar “It’s All For You” tras la introducción de una banda de marcha.
El espectáculo incluía artistas invitados como P. Diddy, Nelly y Kid Rod. Hasta aquí, todo en orden.
Pero luego llegó el turno de Justin Timberlake de compartir escenario con Jackson e interpretar “Rock Your Body”.
Al final de la canción, Timberlake dejó al descubierto un pecho de Jackson, tapado en parte por una pezonera, al arrancar una parte de su top.
El incidente se achacó a un fallo de vestuario: el cantante debía quitar solo una capa y dejar un sujetador rojo debajo.
La Comisión Federal de Comunicaciones recibió alrededor de 540,000 quejas y multó a la cadena que lo retrasmitió con 550,000 dólares, según diversos medios.
Este fallo, que hasta el momento no se sabe si fue intencionado o no, tuvo repercusiones negativas en la carrera de Jackson, no así en la de Timberlake.
Fue castigada con severidad, curiosamente, en una industria que se lucra con la sexualización de las mujeres.
Aquel año, por ejemplo, la borraron de la ceremonia de los Grammy.
Once años antes que su hermana, en 1993, Michael Jackson fue el maestro de ceremonias.
Su espectáculo se recuerda aún como uno de los mejores.
Al principio, Jackson aparecía sobre una de las pantallas gigantes, situadas en las esquinas en lo más alto de las gradas, y luego sobre otra.
Estos eran dobles y, finalmente, el verdadero emergió del escenario. Y allí permaneció, quieto, durante minuto y medio, mientras los asistentes jaleaban.
LAS REIVINDICACIONES DE BEYONCÉ
Durante su actuación, interpretó éxitos como “Jam”, “Billie Jean”, “Black or White”.
Al final del espectáculo alrededor de 3,500 niños subieron al escenario para cantar con él “Heal the World”.
Ese mismo año, la policía de Los Ángeles investigaron los supuestos abusos del entonces rey del pop a un chico de 13 años.
Unos meses después, los padres del menor denunciaron al cantante y llegaron a un acuerdo por 23 millones de dólares.
En 2016, los encargados de encabezar la actuación fue la banda británica Coldplay, que llenaron el campo de color, pero Beyoncé, que repetía la experiencia después de protagonizarla en 2013, se hizo con el espectáculo.
Después de que el grupo interpretara algunos de sus temas, Bruno Mars le dio paso tras “Uptown Funk”. Beyoncé llevó al césped una reivindicación con referencias al Black Lives Matter y los Black Panthers.
La estadounidense comenzó a cantar “Formation” sobre el campo con un cuerpo de baile totalmente femenino que lucía boinas al estilo de los Black Panthers. En un momento de la actuación alzaron el puño, como Tommie Smith y John Carlos en los Juegos Olímpicos de 1968.
Además, formaron una equis, en lo que muchos vieron un tributo a Malcolm X.
La intérprete también llevaba dos bandas doradas cruzadas sobre el pecho, que recordaban a las lucidas por Michael Jackson.
En febrero de 2007 llovía con determinación sobre Miami. El productor Don Misher llama a Prince, que era el encargado del descanso ese año. Quería decirle que estaba lloviendo.
Prince dijo que lo sabía y el productor le preguntó si estaba bien y él contestó: “¿Puedes hacer que llueva más fuerte?”. Esta es una de las historias detrás de aquella actuación y que cuenta otro de los productores en un vídeo de la NFL.
Finalmente, la lluvia fue un elemento más en el espectáculo de Prince.
El artista interpretó uno de sus temas más conocidos “Purple Rain”.
Sobre un escenario en forma de su símbolo, iluminado en púrpura, con una guitarra también con esa silueta tocó un solo mientras se proyectaba su sombra en una gran tela que se contonea por el aire que la mantenía vertical.
También en Miami, unos cuantos años después, en 2020, Shakira y Jennifer López dejaron su huella en la Super Bowl, con sabor latino. Shakira interpretó algunos de sus éxitos, tanto en inglés como en español, e hizo una pequeña exhibición de danza del vientre (tiene raíces libanesas), también bailó al ritmo de mapalé.
Tras cantar el estribillo de “Waka Waka”, la cantante, acompañada por otras bailarinas, llevó al escenario la champeta, un ritmo del Caribe colombiano. Junto a su hija, López gritó “¡Latinos!” mientras abría la capa de plumas que llevaba y dejaba ver la bandera puertorriqueña por dentro y la estadounidense por fuera.