Así fue como asesinaron a Canserbero y a su mejor amigo Carlos, según confesión de ex mánager

Fue la noche del 19 de enero de 2015 cuando María Natalia Améstica, ex mánager del artista Tirone José González Orama, mejor conocido como Canserbero, se encontraba en su casa en Venezuela cuando preparó un té adulterado para dárselo al artista con dos blister de 0.5 mg de Alpram, un medicamento que se utiliza para tratar la ansiedad y los ataques de pánico.

Natalia Améstica, luego de haberle dado la bebida al artista ya fallecido, se fue a la cocina y en ese momento llegó su pareja y mejor amigo de Canserbero, Carlos Molnar, para supuestamente conversar. La mujer, al ver que su esposo estaba somnoliento, lo atacó con tres puñaladas, una en la espalda, una en el brazo y otra en el cuello.

Tras cometer el hecho, Améstica notó que Canserbero ya estaba dormido por las pastillas y le dio dos puñaladas en su costado. Según las declaraciones dadas por la mujer a la fiscalía, tras no saber qué hacer, recurrió a su hermano Guillermo Améstica, quien llegó a las 11:00 de la noche acompañado de tres personas que, según este, le ayudarían a terminar de modificar la escena.

Los “funcionarios” apuñalaron a Carlos, le dieron indicaciones a los dos hermanos para deshacerse del cuerpo de Canserbero. A las 5:00 de la mañana del 20 de enero lanzaron el cuerpo del artista por la ventana del décimo piso del edificio Camino Real, en el norte de la ciudad de Maracay.

En ese momento Natalia se retiró, se bañó y luego buscó ayuda con los vecinos.

Guillermo Améstica, hermano de Natalia, quien se encontraba junto a ella en la Fiscalía ofreciendo las declaraciones del hecho el 25 de diciembre alrededor de las 9:50 de la noche, ratificó lo declarado por su hermana. Dijo que llamó a dos “funcionarios” de para que lo acompañaran a asistir al lugar y al llegar se dieron cuenta de que habían muerto Carlos y Canserbero.

Guillermo explicó que los funcionarios les dieron asesoría de cómo prepararlos hechos y hacer que se vea tipo homicidio suicidio. “Ellos preparan la escena, se van y dejan todo preparado para que lancen el cuerpo en una hora específica” y para que a Guillermo le dé tiempo de hacer lo que tiene que hacer.

Luego de lanzar el cuerpo, este se dirigió a su casa, llevó a su hijo al colegio y al recibir una llamada donde le explicaron lo ocurrido se dio cuenta de que ya se sabía.