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El público de Sergio Vargas se quita el sombrero al celebrar los 35 años con su orquesta

El Negrito de Villa llenó a capacidad del teatro La Fiesta del hotel Jaragua, donde cantó sus mejores merengues

Sergio Vargas convocó a un público fiel que abarrotó el teatro del hotel Jaragua hasta la madrugada del domingo.

Sergio Vargas convocó a un público fiel que abarrotó el teatro del hotel Jaragua hasta la madrugada del domingo.

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Redacción de EntretenimientoSanto Domingo, RD

Sergio Vargas, "El Negrito de Villa”, abarrotó el teatro La Fiesta del hotel Jaragua en la celebración de sus 35 años de trayectoria artística con su propia orquesta en una producción en la que además de merengue hizo gala de su especial vocalización para el bolero, género donde también ha registrado éxito.

Con “Si algún día la ves” la orquesta de maestros que acompaña al popular merenguero dio el banderazo de salida, la noche del sábado, para hacer un recorrido por lo más popular del repertorio musical del más connotado hijo de Villa Altagracia.

Desde el primer momento el público presente se hizo cómplice del artista, quien fue acompañado en el escenario de un grupo de bailarinas de llamativo vestuario,

“Perdona”, “Ciclón”, “Por ella”, tema que Sergio aprovechó para dar la bienvenida y agradecer el apoyo constante del público tanto dominicano, como extranjero de una trayectoria que inició en aquel recordado festival de la voz organizado por el maestro Rafael Solano.

Allí comenzó a escribirse esta historia que se fortaleció cuando pasó a formar parte de la orquesta El Equipo, del maestro Dioni Fernández, con quien grabó “Morena”, "Los diseñadores", "Al ritmo de la noche", entre otros grandes éxitos.

El repertorio, bailado e interpretado por el público, continuó con el popurrí “La tierra tembló/Oh Mariana”, y entonces el teatro quería caerse, gente de pie, tomando fotos con sus celulares y parejas bailando al compás de esta popular canción.

Mientras en pantalla gigante se iban sucediendo imágenes del artista en su natal Las 80 Casitas, Villa Altagracia, llegó el tema punta de lanza de una de las carreras más exitosas del merengue: “La quiero a morir”, seguido de “Las Vampiras”, “Perla negra”, “Madre” (a piano) y “Mama vieja”, acompañado de imágenes de la madre del artista.

Continuó con “Madre mía”, “Yo que te amé”, “Marola”. Aquí, el artista aprovechó para recordar el Grammy Latino ganado por él con su nueva producción discográfica, un logro, dijo, del merengue en sentido general.

Un total de 35 canciones, entre las que también interpretó “No te puedo olvidar”, “Dile”, tema que dio paso a un segmento de boleros integrado por “Quiero estar solo”, “Un cigarrillo, la lluvia y tú”, “Como un bolero” y pasó a la salsa con “Muñeco de trapo”, tema con el que se despidió pidiendo un aplauso para la orquesta.

Regresó con cambio de vestuario y subido al éxito “Dime dónde”, para continuar con “No eres una más”, “Yambalaya”, “Tú vacilándome y yo esperándote”, “Todo aquello que escribí”, “Anoche hablamos del amor”, “Qué te has creído”, “Ni tú ni yo”, “Mala memoria”, “Bala perdida”, “Te va a doler”, “Vete y dile”, “La ventanita” y “La novia”.

En el concierto, producido por Alberto Cruz Management, se dieron cita figuras de la música, el deporte y la comunicación, entre ellas sus colegas merengueros Eddy Herrera y Rubby Pérez.

Con "La Pastilla", Sergio se despidió, la madrugada del domingo, de un concierto que habrá de quedar grabado en su memoria, la del público y del teatro La Fiesta, como uno de los de mayor asistencia en la historia del emblemático hotel Jaragua.

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