Sinead O'Connor lidia con demonios internos, siente culpa por muerte de hijo y va a parar a un hospital
"Estoy perdida sin mi hijo y me odio a mí misma. El hospital ayudará un tiempo", afirma ella
Sinead O'Connor anda devastada por la muerte trágica de su hijo y tiene sentimientos de culpa, por lo que tuvo que ser ingresada en un hospital debido a sus tendencias suicidas.
“He decidido seguir a mi hijo. No tiene sentido vivir sin él. Todo lo que toco, lo arruino. Solo me quedé por él. Y ahora se ha ido”, publicó ella misma en Twitter.
Luego agregó: “He destruido a mi familia. Mis hijos no quieren conocerme. Soy una mierda de persona. Y todos ustedes sólo piensan que soy buena porque puedo cantar. No lo soy".
Sin embargo, luego se arrepentió de su escrito: “Lo siento. No debería haber dicho eso. Estoy con policías ahora camino al hospital. Siento haber molestado a todos. Estoy perdida sin mi hijo y me odio a mí misma. El hospital ayudará un tiempo. Pero voy a encontrar a Shane esto es sólo un retraso”.
Su hijo adolescente, Shane, fue encontrado muerto el pasado viernes 7 de enero tras pasar varios días desaparecido.
El joven se había fugado del centro médico en el que estaba internado y vigilado por riesgo de suicidio.
Se le vio por última vez en Tallaght, al sur de Dublín, y su cuerpo fue recuperado en el área de Bray, en Wicklow, a unos 20 kilómetros de distancia.
O'Connor alcanzó la fama internacional en 1990 con la exitosa balada "Nothing Compares 2 U", compuesta por Prince.
La cantautora, talentosa pero afligida de problemas, es conocida tanto por su voz fiera y expresiva como su cabeza rapada y sus fuertes críticas a la Iglesia católica y otras instituciones.
Su grabación de "Nothing Compares 2 U" encabezó las listas de popularidad desde Europa hasta Australia y le mereció a O'Connor múltiples nominaciones a los premios Grammy. En 1991 la revista Rolling Stone la nombró su Artista del Año.
Pero su estilo directo a menudo fue criticado, en especial en Estados Unidos. En 1990, algunas estaciones de radio locales se negaron a tocar su música luego que la cantante prohibió el himno nacional en su actuación en New Jersey.
Ferviente crítica de la Iglesia católica por el modo en que manejó casos de abuso sexual a manos del clero, también fue acribillada en 1992 cuando rompió una foto del papa Juan Pablo II en el popular programa de comedia "Saturday Night Live".