CINE
El doloroso trauma del racismo: Una historia de amor como escenario en la Guerra Civil
A pesar de su metraje (cuatro horas de duración) el filme no aburre, mantiene la intensidad de su ritmo, manejado con admirable equilibrio tanto del director como del productor.
A raíz de la muerte de George Floyd a manos de un agente policial ha vuelto a despertar en los Estados Unidos, el conflicto étnico entre blancos y negros. Esta nación tuvo que pasar por el doloroso drama de una guerra civil en siglo XIX y de toda la discriminación racial durante el siglo XX, ha evocado en mí, el deseo de reseñar un verdadero clásico del Séptimo Arte donde subyace el amor, la guerra y la división de una nación como lo fue Lo que el viento se llevó.
Este clásico del cine está basado en la novela del mismo nombre de Margaret Mitchell (ganadora del Premio Pulitzer). El productor de la Metro Goldwyn Mayer, David O. Selznick, adquirió los derechos de la obra literaria por US$50,000.00, una suma asombrosa en esa época, y de inmediato se embarca en el proyecto de llevarla a la pantalla.
La historia trata sobre una joven hacendada sureña que no puede conseguir el amor del hombre del cual está enamorada, ya que éste a su vez, está comprometido con su prima. La Guerra de Secesión está a punto de estallar y todos los jóvenes locales están deseosos en participar en la contienda bélica, excepto Rhett Butler (Clark Gable), un hombre atractivo; pero arrogante y vividor que no tiene más interés que su propio beneficio.
Rhett Butler se enamora de Scarlett O’Hara (Vivien Leigh) y piensa que ambos son muy parecidos y trata de quitarle su enamoramiento con el novio de su prima logrando su cometido; pero resulta una relación conflictiva como conflicto es el ambiente de la época cuando la guerra estalla.
En la película se refleja este verdadero drama bélico que ha sido un episodio traumático para los Estados Unidos, que logró solucionar viejos problemas desde la misma fundación como Estado en el 1776, en el cual su presidente, logró abolir la esclavitud y mantener la Unión resultando de ella un país mucho más fuerte.
Los estudios no escatimaron recursos, ya bien económicos o logísticos para terminar el proyecto que, básicamente, narra esta historia de amor con trasfondo de guerra. A pesar de su metraje (cuatro horas de duración) el filme no aburre, mantiene la intensidad de su ritmo, manejado con admirable equilibrio tanto del director como del productor. Las interpretaciones son magníficas, en especial la de Vivien Leigh, rica en matices, y un inolvidable Clark Gable creando un personaje lleno de cinismo e ironía.
En la obra existen escenas grandiosas como la del incendio de Atlanta, y la del campo después de la batalla con un plano general mostrando a decenas de miles de combatientes de los estados del Sur, tocados por la derrota.
El filme posee una fotografía de vanguardia para la época y unos decorados majestuosos. A pesar de que hubo varios directores en el rodaje, la puesta en escena se deja llevar gracias a un trabajo de edición que ayudó a mantener el hilo de la historia.
Su estreno fue un 15 de noviembre de 1939 en la ciudad de Atlanta, específicamente en el gran teatro Loews con un decorado impecable, al estilo de las mansiones del Sur estadounidenses. Fue tan grandioso el espectáculo, que el gobernador de dicho estado declaró feriado el día de su estreno, y esto conllevó un despliegue de propaganda que el público apoyó con una asistencia masiva.
Con esta superproducción de cuatro horas, comienzan las proyecciones enteramente a color y a 81 años de su estreno, todavía mantiene vivo el espíritu y el deseo de todo aquel; sin importar la
edad de disfrutar una gran película que se ha mantenido como un estandarte del glamour de aquel Hollywood perenne. Por su trabajo en este filme, la actriz afroamericana, Hattie McDaniel fue la primera mujer negra en recibir un premio Oscar como Mejor Actriz de Reparto, aunque no se le permitió sentarse en la misma mesa que al resto del elenco durante la ceremonia.
CURIOSIDADES 1) Fue la primera obra en color que consiguió ganar el Oscar a la Mejor Película
2) Por 125 días de trabajo a Vivien Leigh le pagaron 25.000 dólares, mientras que a su compañero Clarke Gable le pagaron 120.000 por 71 días de labor.
3) Al poco de empezar el rodaje Clarke Gable manifestó su descontento hacia George Cukor y dado que los productores querían mantenerlo contento para que el proyecto pudiera acabar bien, despidieron a Cukor y contrataron a Fleming, amigo personal de Gable.
4) El caballo con el que cabalgó Thomas Mitchell sería luego el caballo de “El llanero solitario”, llamado Silver.
5) Al rechazar el papel de Rhett Butler, Gary Cooper dijo: “Lo que el viento se llevó va a ser el mayor fracaso en la historia de Hollywood, y me alegra que sea Clark Gable y no Cary Cooper el que se va a dar ese gran golpe”. Y el resultado fue distinto.
6) Se presentaron 1.400 chicas para el papel de Scarlet O’Hara. Resultando seleccionada la inglesa Vivien Leigh, por el cual hubo mucho desacuerdo pensando que ella no podía representar a una sureña de los Estados Unidos.
7) Se tardó más en buscar a Scarlet O’Hara que en rodar la película. El casting tardó 2 años hasta dar con Vivian, mientras que la película se rodó en algo menos de 10 meses.
8) Se barajaron nombres como los de Katharine Hepburn, Barbara Stanwyck y Joan Crawford para el papel de Escarlet O’Hara; pero David Selznick quiso que fuera una chica desconocida para Hollywood la que hiciese el papel protagonista.
9) En 1989 la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.
LA FICHA Título: Gone with the Wind
País: Estados Unidos.
Año: 1939
Duración:238 minutos.
Calificación: 5/5
Del director Víctor Fleming: Fue un cineasta estadounidense con películas como Lo que el viento se llevó y El mago de Oz.