MIRADA
Similitudes y diferencias de dos hechos históricos
7 Días con el Pueblo fue un evento único, irrepetible, resultado de un contexto particular, creado por un momento externo de la existencia de varios pueblos luchando contra dictaduras en el continente y a nivel local por las luchas del pueblo en contra de la represión de la dictadura ilustrada Balaguerista. En este contexto de la lucha colectiva por la democracia fue que surgió 7 Días con el Pueblo.
Este festival, entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre de 19874, fue organizado por diversas organizaciones, presidida por una central de trabajadores e implementada por artistas nacionales-internacionales, donde participaron todos los sectores sociales a nivel de una clase media y los sectores populares en algunos lugares del interior del país. Ante un represión totalitaria, la nueva canción asumió sus dimensiones contestarías y el arte se llenó de propuestas y denuncias políticas.
La actualidad Hoy, la Plaza -símbolo- de la Bandera, es el escenario de jóvenes rebeldes, amantes de la libertad, que asumen el protagonismo de la lucha en contra de la burla de suspender unas elecciones municipales de manera irresponsables, en una crónica anunciada. Participan artistas, pero no es una actividad de mediaciones artísticas aunque tenga también un contenido político.
Es la expresión espontánea de una nueva juventud, donde la libertad es sagrada y no caben los partidos políticos. Por eso, sus modalidades de protestar es diversas a la de generaciones anteriores. Es la época de las redes sociales...
Las similitudes son: la rebeldía, la protesta, la lucha por la democracia y por la libertad en la generosidad juvenil con epopeyas de utopías. Cuando vi al cabo de la policía identificarse con la lucha de estos jóvenes, recordé a 7 Días con el Pueblo, cuando Joan Manuel Serrat terminó de cantar “Madre yo no quiero ser Militar”, cuando un policía que estaba en el Palacio de los Deportes, -no hizo lo mismo- pero lloró de dolor y de impotencia. Yo vi sus lágrimas