DARRIUS SIMMONS
La historia de un adolescente que toca piano con cuatro dedos como profesional
Tiene 17 años. Cuatro dedos: tres en una mano y uno en la otra. Sin embargo, estas limitaciones no impidieron que Darrius Simmons cumpliera sus sueños de poder tocar el piano como todo un profesional.
Cuando cumplió 10 años quiso aprender tocar el instrumento, pero sabía que los métodos tradicionales le eran complicados, por lo que no tuvo más opción que auto enseñarse.
“Decidí que quería aprender a tocar el piano a la edad de 10 años. Sabía que me iba a tomar más tiempo a mi aprender piano y más en una edad tan joven, porque todo el mundo tiene 10 dedos y yo solo tenía cuatro”, dijo el adolescente en una entrevista para CNN.
A pesar de que quizá muchas personas no creyeron que lograría perfeccionar la técnica, nunca se rindió y siguió mejorando. Recientemente, tuvo la oportunidad de tocar junto a uno de los compositores más reconocidos del mundo: el coreano Yiruma.
Compartir las melodías del piano junto a Yiruma en un evento realizado en el salón de Carnegie Hall, en Nueva York, Estados Unidos, fue una experiencia inolvidable.
“Esa noche Darrius caminó hacia el escenario, se sentaron en la misma butaca y tocaron una canción. Tuvo ovación del público”, expresó su madre, Tamara Simmons.
“Yo no sabía que podía llegar tan lejos en mi vida y la razón porque lo hice fue porque lo intenté. Ignoré todo lo negativo y me enfoqué en lo positivo y eventualmente lo positivo siempre le ganará a lo negativo", expresó.
Simmons fue conocido en las redes sociales cuando publicó el video “Dreams are forever” en el que toca una de sus creaciones musicales frente a una cámara.
“Yo no sabía que podía llegar tan lejos en mi vida y la razón porque lo hice fue porque lo intenté. Ignoré todo lo negativo y me enfoqué en lo positivo y eventualmente lo positivo siempre le ganará a lo negativo”, expresó el pianista, que ahora curso su último año en la Secundaria Warren G. Harding, en Ohio.
Una de las principales razones que motivan a Simmons a seguir tocando es que con su historia de superación puede inspirar a otros a cumplir sus sueños.
“Si estoy frente a un público y veo que al menos una persona sonrió al escuchar mi música, siento que todo valió la pena”, finalizó.