Cantante

Serrat y su regreso al mediterráneo

Joan Manuel Serrat es un artista querido en Hispanoamérica. Símbolo de la libertad, en toda la extensión de la palabra, aunque en la actualidad facciones de su natal Cataluña diga lo contrario. Es un artista imprescindible en la música que se ha escuchado en esta región durante más de cinco décadas.

Y pese a que su discografía es importante, es “Mediterráneo”, publicado en 1971, el disco suyo que más se conoce en nuestra media isla. Hace unas décadas no era extraño encontrarse en muchos hogares con este vinilo y todavía en estaciones de radio suenan los temas que lo componen, como el que da título, “Lucía”, “Aquellas pequeñas cosas”, “Barquito de papel” o “Pueblo blanco”, y otros.

Este álbum es la excusa de Serrat para girar y, como ha hecho desde hace muchos años, tocar República Dominicana con su concierto “Mediterráneo: Da Capo”, que tendrá dos funciones, la primera en el Gran Teatro Regional del Cibao de Santiago de los Caballeros (viernes 25 de enero), y otra en el hotel Jaragua de Santo Domingo (sábado 26 de enero).

Este tour tiene como eje central las 10 canciones que componen el emblemático disco. Él dice que lo armó por el gusto de hacerlo porque son temas muy hermosos, pero que cuando los compuso no imaginó que después de tantos años siguieran vigentes. “Fue un disco de una respuesta inmediata y muy exitosa, pero nadie escribe algo pensando en qué va a ocurrir de aquí a 48 años. Me importaba en aquel momento saber lo que iba a ocurrir de aquí a 48 días”, ha dicho a LISTÍN DIARIO.

El artista, que el pasado 27 de diciembre cumplió 75 años, explica que era difícil hacerse expectativas en aquel momento de que todavía tuviera importancia un tema como “Mediterráneo”, y que le bastaba con escribir aquellas canciones y sentirse muy a gusto con ellas. Este tema es un símbolo que refleja su forma de pensar y que sirve de homenaje a un mar que ha servido, como él ha dicho en otras ocasiones, más que para dividir, como punto de encuentro de culturas.

El hecho de que aún sus letras tengan vigencia, sobre todo con lo que viven los que tienen que cruzarlo empujados por el hambre o la guerra, le produce una gran satisfacción. Pero ese sentimiento de vanidad no es lo que más le interesa ahora. “Realmente lo que más me importa en estos momentos no es cómo se maneja el pasado, sino como manejo el presente y qué posibilidades me ofrece la vida en el futuro”, apunta el cantante hijo del barrio Poble Sec, de Barcelona.

Sobre la música actual Toda su obra se precia de estar bien escrita y de contar historias entrañables, capaces de mover sensibilidades. Esto, contrario a lo que tiene más popularidad en la actualidad, con géneros como el reguetón o el trap. Serrat manifiesta que si existen será porque la gente la reclama y de alguna manera les da su apoyo, y que ha hecho lo que ha sentido que debía hacer, sin tratar de hacer una música o de contar las historias que le fueran ajenas. “Supongo que los que hacen reguetón y el rap deben pensar exactamente lo mismo. Y creo que también ahí se pueden hacer bien y mal las cosas”, considera.

La vuelta de la derecha Defensor de la libertad de expresión desde su música y su pensar, ha sido el símbolo de una generación que luchó por los derechos humanos contra dictaduras en todas partes del globo, República Dominicana incluída, es difícil ver cómo luego de tantas conquistas en ese aspecto, pareciera que el mundo da un respingo.

Esto por el renacimiento que vive la derecha con la presencia de Donald Trump en el gobierno de Estados Unidos o el de Jair Bolsonaro en Brasil, quienes con sus políticas ultraconservadoras buscan echar por tierra las cosas por las que lucharon en su tiempo.

En este aspecto externa que no se siente nada orgulloso de la humanidad cuando ve que pueden elegir este tipo de camino gracias a la “cibernética embustera”. “Pero a fin de cuentas es la gente que ha ido a votar esto. No sé hasta qué punto se sentirán satisfechas de los resultados, realmente siento que va a ser el problema, aceptar la nueva decepción. No creo que la gente sea más malvada, sino que somos víctimas de nosotros mismos y de los mundos ilusorios que nos pueden manejar”, reflexiona Serrat.

EL NOMBRE DE LA GIRA Y SU AUTOR Existe un viejo proverbio catalán que resume la epopeya de Ulises, la Odisea, en siete palabras: Roda el món i torna al Born (“Gira el mundo y vuelve al Borne”, uno de los principales y más antiguos mercados de abastos de Barcelona). Esto equivale a decir que es bueno recorrer caminos, cruzar fronteras, conocer otros mundos y finalmente regresar a casa con lo aprendido en la travesía de ida y vuelta, como las olas.

Hace casi medio siglo Serrat se embarcó en un frágil barquito de papel en busca de nuevos horizontes y, como Ulises, también se topó con cantos de sirena, con polifemos y cíclopes, se enamoró de bellas nausicas y circes, descendió al hades, el infierno y, después de haber sobrevivido a aventuras y peligros, vuelve hoy a casa, tal vez más sabio y convencido que antes.

EL VOLVER COMO EXPRESIÓN MUSICAL “Mediterráneo: Da Capo” es como una vuelta, pero Joan Manuel Serrat explica lo que realmente significa. “Volver es una expresión musical que cuando se utiliza no quiere decir exactamente volver al principio de los tiempos, sino volver al principio de cuando las cosas fueron escritas, sencillamente volver arriba en lo que se va a interpretar, y es lo que hacemos cada noche, que tocamos esas canciones: volvemos al principio y recuperamos a diario o cuando corresponda una música que como decía antes, nos divierte estar manejándola, compartiéndola con la gente”, comenta el cantautor.

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