Joseíto Mateo
Merenguero hasta la tambora
Joseíto Mateo se abrazó al pasado, soltó el bastón en pleno escenario de Bellas Artes y se dejó contagiar del merengue tradicional, ritmo con el que se convirtió en rey, y por el que acaba de ser reconocido una vez más en su país. Rodeado de seis de sus colegas, la leyenda viva acaparó la atención al sacar energía, bailar y cantar con ellos “Merenguero hasta la tambora”, tema con el que finalizó el homenaje que le organizó el Ministerio de Cultura, el pasado domingo, con motivo de la celebración del Día Nacional del Merengue.
El veterano artista llegaba a Bellas Artes con 97 años encima y un infinito número de aplausos ganados por la cosecha de toda una vida (desde los años 30 del siglo XX) en el ritmo que identifica a los dominicanos y en el que le puso voz a decenas de temas.
La suya fue una época fructífera para el merengue, con decenas de grabaciones, entre ellas 20 que la noche del domingo fueron disfrutadas por los presentes, dos de ellas en la propia voz de Mateo y las otras en la de representantes de generaciones que le sucedieron en el tiempo.
Protagonistas de la noche Johnny Ventura, Milly Quezada, Miriam Cruz, Eddy Herrera, Ileana Reynoso y José Virgilio Peña Suazo fueron los renovados cantantes de esos viejos temas que arrancaron aplausos y emociones.
En casi dos horas, la producción artística concebida por Aidita Selman hizo un recorrido por la discografía más distintiva del merengue y de la carrera de Mateo, que incluye membresía en los grupos La Sonora Matancera de Cuba y el Gran Combo de Puerto Rico.
Una formidable banda de una veintena de músicos, dirigida por el joven Josean Jacobo, fue el deleite sonoro en la sala Máximo Avilés Blonda, además de una docena de bailarines que hacían su entrada en momentos específicos.
Miriam Cruz cantó “Arroyito cristalino” (autoría de Ramón Arcadio -Pipi- Franco), “La cruz” (anónimo conocido como “Palo bonito”) y “La maricutana”, original de Radhamés Reyes Alfau.
Eddy le siguió con “La empalizá”, clásico de Luis Kalaf; “Juan Gomero” (de óico Lora y Baudilio Grullón), y “Si delincas”, de Luis Alberti.
La voz prodigiosa de Ileana Reynoso fue la siguiente al cantar “La miseria” (que escribió Félix López Kemp); “La pringamosa” (de Luis Días) y el acompasado “Desiderio Arias”, de Julio Alberto Hernández. A ella los mayores vítores de la noche, luego del protagonista.
José Virgilio Peña Suazo le puso su estilo a “Juanita Morel” (autoría de Pedro Reynoso), “Loreta”, del inmortal Luis Alberti, al igual que el emblemático “Compadre Pedro Juan”, calificado como el primer merengue orquestado.
A Peña Suazo le siguió la reina Milly Quezada: “El sancocho prieto” (de Luis Alberti), “Ají Caribe” (compuesto por Manuel Sánchez Acosta) y el sabroso “Caña brava” (Antonio Abreu), para finalizar con el heredero del trono: Johnny Ventura, quien expuso con su estilo único “Amorío”, de José Lázaro Sosa; “Apágame la vida”, de Félix López, y el inolvidable de óico Lora: “Los algodones”, generando otra de las mayores ovaciones.
“Joseíto siempre fue el artista que yo quise ser”, confesó el Caballo Mayor a los pies del rey en la histórica noche.
PUNTOS CLAVE NEGRITO... El final del espectáculo fue para el propio Mateo con el “Negrito del batey”, que así se titula el tema por el que también lo nombran y que trajo aquel histórico cruce-confusión con el dominicano Alberto Beltrán cuando en Cuba este último lo grabó con la Sonora Matancera ante la ausencia forzada del “Diablo Mateo” que no pudo viajar porque la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo no le dio permiso.
PALABRAS. “Verme a mí todavía cantando y aquí parao, eso vale mucho”, expresó con su estilo jocoso Joseíto cuando recibió su reconocimiento en el acto encabezado por el ministro de Cultura, Pedro Vergés. El funcionario tenía una sonrisa de oreja a oreja. Y los presentes reían ante cada ocurrencia de Mateo. Una de ella es que pidió “un sueldito para los muchachos”, refiriéndose a los colegas que participaron en “El merengue según Mateo”, que Carlos Francisco Elías, Tommy García y un comité especial prepararon con sobrado regocijo.
“Buenas noches, amigos dominicanos, mi familia, porque yo sí puedo decir que tengo muchas familias. Todas esas personas que están ahí son mi familia. Estoy recibiendo algo muy especial, no solamente por este premio que me entrega el señor ministro (olvidó su nombre), sino también por ver a un Johnny Ventura y a todos esos muchachos de ahora”, comentó.