Estreno
“Concussion”, interesante dentro de lo convencional
Porque lo interesante de “Concussion” es la historia que desarrolla, que resultó ser toda una revelación en el mundo deportivo y económico norteamericano.
Fue cierto: Bennet Omalu, en Estados Unidos pero llegado de una nación africana, médico forenese especializado en neuropatología, un buen día, casi por pura casualidad, examinó a uno de esos cadáveres con los cuales él, como detalle extraño, conversaba como si de amigo se tratara, y descubrió ciertas peculiaridades en los traumas en su cerebro, algo para él, a pesar de su experiencia, desconocido hasta ese momento.
Y ese cadáver era de un jugador de futbol americano, con lo cual él, para probar lo que intuía, comenzó a examinar otros cadáveres de futbolistas hasta comprobar la existencia de un síndrome propio de esos jugadores.
O sea, que la principal arma en el ataque es el choque a velocidad contra el contrario, y esos repetidos golpes en la cabeza producen ese síndrome que es fatal en gran mayoría, porque el cerebro humano no está protegido contra tales golpes como, por ejemplo, el de las cabras montañesas o los pájaros carpinteros.
Esa es, entonces, la idea a desarrollar, y no lo hace mal Peter Linderman como guionista y director, sólo que, para hacerlo, tiene que ayudarse con algunos clichés: el científico solitario a quien le dicen le hace falta una chica y, de inmediato, aparece la bonita. Las acechanzas y persecuciones a la misma, y, sobre todo, un detalle: ¿en qué resultó todo el escándalo?
Porque, en efecto, todo se llegó a saber, lo cual fue un triunfo para Omalu, pero, ¿acaso no vimos hace unas semanas el juego final de la temporada y a los jugadores haciendo lo mismo de siempre?
Entonces, ¿de qué sirvió el escándalo?
Buena actuación de Will Smith, pero no tanto como para premios. El resto está bien, pero nadie brilla demasiado. Y la cinta es buena, pero no para tanta bulla.