Famoso
Baldwin, actor del mal genio
Al actor estadounidense, de 56 años, no le gusta Nueva York, lo que unido a su fuerte carácter le ha valido un nuevo problema al ser detenido en plena ciudad por no llevar sus documentos
Asus 56 años, no cabe duda de que a Alec Baldwin no le gusta Nueva York, lo que unido a su fuerte carácter le ha valido un nuevo problema al ser detenido en plena ciudad. El final de su idilio con la Gran Manzana terminó públicamente hace cuatro meses, cuando publicó una larga carta en la página web de la revista New York Magazine, en la que dijo que no podía vivir en la ciudad por el acoso que, según él, sufre de los medios sensacionalistas que le han hecho verse envuelto en una serie de incidentes que han dañado su reputación. Sea quien sea el culpable, lo cierto es que Baldwin terminó arrestado recientemente por la policía que le dio el alto por circular con su bicicleta en dirección contraria y no llevar documentación, eso sí, tras mantener una acalorada discusión con los agentes. “Las agentes se acercaron y le dijeron que estaba circulando por el lado erróneo de la calle y le pidieron su iden- tificación, pero no la llevaba consigo. Entonces empezó a mostrarse beligerante con la policía”, explicó un portavoz del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). La prensa Pero no se trata de un incidente aislado, pues el actor es conocido por su carácter explosivo y las malas relaciones con parte de la prensa a la que acusa de acosarle, aunque quien sí le ha acosado, según sentencia judicial, fue una admiradora, la cual fue condenada el pasado noviembre a seis meses de cárcel. Situaciones nada fáciles, sobre todo, para alguien que parece no saber controlar sus nervios y que le llevaron a calificar el año 2013 como un año “horrible” y “amargo”, con la única excepción del nacimiento de su hija Carmen, según relató en la carta en la que rompía relaciones con la ciudad en la que aún vive. Aunque en aquel momento aseguró que dejaría de ser un personaje público y no se relacionaría más con la prensa que, según su opinión, le ha acusado “erróneamente” de ser violento y homófobo”, eso no ha impedido que su fotografía, vestido de ciclista y junto a dos agentes al lado de un coche de policía y su bicicleta antes de ser detenido, haya corrido como la pólvora. Para el candidato al Óscar por “The Cooler”, la culpa de sus desdichas la tienen los periodistas y, sobre todo, los paparazzi con quien lleva una complicada relación muy lejana a aquella que paseaba feliz cuando estaba casado con Kim Basinger, de la que se divorció en 2002 tras un largo y complejo proceso, jalonado de discusiones en público, que les enfrentó especialmente por la custodia de su hija Ireland.