Una mirada al legado del botánico Eugenio Marcano

Honor. Día Nacional del Biológo ha sido en honor al natalicio de del más grande naturalista dominicano, el profesor Eugenio de Jesús Marcano Fondeur.

Al Jardín Botánico de Santiago asisten apróximadamente 4,000 persoas, cada semana. FOTO: CÉSAR MERCADO.

Al Jardín Botánico de Santiago asisten apróximadamente 4,000 persoas, cada semana. FOTO: CÉSAR MERCADO.

“El legado de Marcano fue el aporte que hizo a la naturaleza dominicana. Las investigaciones que hizo para describir especies de plantas, fósiles y animales (…). Dejó una biblioteca natural al país con las mismas”, detalló Mario Guzmán, acerca del trabajo realizado durante años por Eugenio de Jesús Marcano Fondeur, un botánico dominicano que es honrado en el Jardín Botánico de Santiago, Profesor Eugenio de Jesús Marcano Fondeur.

Guzmán es el encargado del departamento de botánica de la institución que lleva en su título el nombre del hombre que también fue entomólogo y herpetólogo, decisión que tomó la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), misma que aportó los terrenos iniciales en los que está construido el lugar.

Marcano era un maestro destacado, razón por la que decidieron rendirle tributo. En un principio allí harían un parque para que los estudiantes de la universidad hicieran prácticas de agronomía, veterinaria, biología y otras carreras. En honor a él, el 27 de septembre de cada año se celera el Día Nacional del Biólogo. “Ellos entendieron que lo ideal era que el jardín llevara el nombre de Marcano. República Dominicana ha tenido pocos naturalistas como él”, indicó Guzmán.

Apoyo a la universidad

Formó un grupo de personas junto a quienes daba continuidad a las informaciones que recopiló a través de los años y que aún permanecen en el país, las cuales se pueden ver en el recinto de la UASD de Santo Domingo y en el Jardín Botánico Dr. Rafael María Moscoso.

Muchos de sus estudiantes son profesores universitarios que en la actualidad imparten los conocimientos que este les impartió.

Aportes

Llegó a hacer grandes aportes a las ciencias naturales, por lo que es reconocido como uno de los investigadores que más ha aportado descubrimientos en el país, debido a lo que en el año 1983, el Premio Anual de Ciencia le otorgó un reconocimiento por su labor científica.

Fue el fundador de la Academia de Ciencias de la República Dominicana y en el periodo de 1978 a 1982 estuvo dirigiendo el Museo Nacional de Historia Natural de la República Dominicana, el cual en la actualidad lleva en su honor el nombre Museo Nacional de Historia Natural Profesor Eugenio de Jesús Marcano.

Su vocación naturalista es producto de su interés propio por la naturaleza. Él no fue un universitario que se graduó para dedicarse a la botánica, sino que desde niño empezó a sentir curiosidad por la naturaleza que había en el patio de su residencia, en ese entonces las construcciones no eran tan avanzadas y había muchos espacios verdes.

Su pasión por la ciencia natural hizo que incursionara en todos los aspectos de la naturaleza, logrando dar a conocer especies que siempre estuvieron, pero fueron ignoradas por otras personas. Muchos de los trabajos hechos por él son continuaciones de otros que se estaban hechos, por lo que este estuvo completando informaciones.

Todo ese conocimiento le valió para que le otorgaran el título de botánico, sin haber estudiado en una universidad, lo que se conoce como doctorado honoris causa, convirtiéndose en docente por más de 30 años y enseñando a personas lo que él aprendió en las montañas.

En números

El Jardín Botánico de Santiago es visitado por aproximadamente 4,000 personas cada semana, cifra que incrementa cuando asisten a este los estudiantes de diversos centros educativos del país.

RD posee alrededor de 1,200 plantas en peligro de extinción, de las cuales allí hay más de 200. “La idea es aumentar ese monto, sabiendo qué hay especies que no pueden estar aquí porque son costeras o de altura que es difícil tenerla aquí por su ambiente natural y lugar de origen”, finalizó el experto.

Parte de los atractivos del lugar. Foto: CÉSAR MERCADO.