La cuarta revolución industrial

El crecimiento de las coopera­tivas en el país representa una cifra significati­va de la economía nacional, pues según estudios, en los últimos 22 años este sector ha crecido un 82%, lo que obliga a muchas de estas instituciones a adaptarse a las exigencias del contexto actual, es decir, la digitali­zación de productos y ser­vicios, no solo debido a la pandemia del Covid-19, si­no también a las necesida­des de sus consumidores y al avance tecnológico que arropa al sector financiero.

Según el economista Agustín González, abar­carse a la transformación digital representa un gran reto para cualquier empre­sa. Sin embargo, considera que las compañías finan­cieras no tienen otra op­ción, debido a la realidad que plantea la cuarta revo­lución industrial, también conocida como revolución digital, que orienta a la au­tomatización de los proce­sos.

Hacia el cambio En referencia a la rentabi­lidad del proceso que con­lleva la digitalización, Gon­zález puntualiza que ese sector debe añadir a su ca­dena de valor dicha inno­vación, realizando un aná­lisis de costo para reducir de otras áreas y no verse económicamente afectado, dándole así la importancia que tiene esta inversión.

Entiende, además, que a la larga es conveniente pa­ra las corporaciones adap­tarse a la digitalización que vive el mundo. Asimismo, explica que el asunto de la sostenibilidad de los cam­bios va a depender en gran parte del contexto y la po­sición en la que se encuen­tren tanto la sociedad como las empresas.

Las caras de la migración empresarial a lo digital Agustín González seña­la dos puntos importantes para sustentar su plantea­miento anterior, que son: la productividad y la cali­dad.

“Puede haber un cos­to social asociado, que se­ría el desplazamiento de la mano de obra, pero lo que la sociedad debe hacer es cualificarla cada día más para que no quede fuera del mercado laboral, sino que pueda insertarse con facilidad en otras áreas”.

Ventajas de la digitalización El economista conside­ra que son más las venta­jas de abordar a tiempo el avance tecnológico, ya que sus facilidades y apor­tes son positivos en gran medida. De igual forma, resalta que la calidad, la agilización de los proce­sos, el aumento de la pro­ductividad, la calidad de los servicios y la interconexión de la economía a nivel mun­dial, son algunos de los as­pectos positivos que, defini­tivamente, se desarrollan en la sociedad digitalizada.

Debilidades En cuanto a las dificulta­des que presenta el avan­ce tecnológico, resalta que países como el nuestro son compradores de tecnología, que dependen de los que la crean, fomentan una inter­dependencia económica, dejando como gran reto pa­ra la República Dominicana sintonizar la economía con los grandes cambios y avan­ces del mundo digital, enfa­tizando que estos deben ser asimilados, no retrasarlos ni apartarlos.

Realidad de las cooperativas Partiendo de la digitaliza­ción en el sector cooperativa y midiendo el impacto que han tenido las implemen­taciones de nuevas estrate­gias, Robert Cruz, gerente de tecnología de Coopmedi­ca, señala que ha sido posi­tivo, ya que ha servido para la optimización de proce­sos internos y aplicación de herramientas tecnológicas. Sin embargo, comenta que, lamentablemente, el sector cooperativo cuenta con li­mitaciones legislativas que no les permiten avanzar tan rápidamente como otros sectores económicos.

En ese sentido, explica que “En Coopmedica, con la ayuda de la digitalización, hemos optimizado procesos de créditos y cobranzas, que nos han permitido ser más competitivos en tiempos de respuestas a los socios y en tener carteras de créditos más saludables, mediante el uso de firma electrónica y sistemas informáticos”.

Agrega, también, que en cuanto a servicios digitales los socios pueden autoges­tionarse, mediante el por­tal web, donde está toda la información de la institu­ción, los planes de ahorros y créditos, y las diferentes ubicaciones de las sucursa­les, además, y pueden rea­lizar solicitudes de crédi­tos.

SEPA MÁS IMPULSO En cuanto al im­pulso al referi­do proceso a nivel mundial en todos los aspectos de de­sarrollo de la vida humana, Cruz es­pecifica que, como ingeniero telemáti­co, y viviendo en la era de la informa­ción, sitúa el im­pulso esencial de la digitalización en la necesidad de inme­diatez, donde “re­querimos satisfacer necesidades con una mayor rapidez y esperar días o se­manas es intolera­ble” señala.

Agrega que el avance de la tec­nología ha jugado un papel impor­tante en satisfa­cer estas necesi­dades, ya que se puede ver mucha innovación en to­dos los sectores, entre ellos los ser­vicios financieros, los cuales van di­rigidos a mejorar la experiencia de los usuarios, se­gún manifiesta.