Vínculo entre buena alimentación y la prevención de varios cánceres
“Luego de que aprendí a comer y a preparar mi comida, se acabó el pasar hambre”, testimonia María Rodríguez Veras, una dama que está pasando por el proceso de cáncer, y que reconoce la importancia de saber la forma correcta de alimentarse, tomando en cuenta cuáles son los alimentos que más les favorecen al cuerpo.
Mantener una apropiada nutrición es el primer soporte del cuerpo humano para prevenir enfermedades, como lo es el cáncer, ya que determina en muchos casos la fortaleza y resistencia del paciente frente a diversos tumores o para afrontar determinados tratamientos.
Existen una variedad de alimentos que pueden llevar a que una persona padezca de cáncer, entre estos están las carnes rojas, y aquellos de origen animal que van dentro del renglón de grasas saturadas, como la yema de huevo, leche y sus derivados, entre otros.
“La probabilidad de padecer cualquier tipo de cáncer debido a una mala práctica de alimentación es de 1.5%”, así lo expresa Anayanet Jáquez, quien es nutrióloga clínica. Asimismo, aclara que el estado nutricional de los pacientes de cáncer puede variar en el momento del cuadro clínico inicial y a lo largo del continuo de atención del padecimiento.
Jáquez explica que la alimentación, como elemento asociativo de mantener una buena alimentación natural, sana y equilibrada, es la base para poder sobrellevar alguna patología de esta índole y poder terminar con éxito su tratamiento.
Más allá de la prevención Rodríguez Veras explica que alimentarse bien es cuestión de prevención y tratamiento. En los primeros meses de su proceso le fue difícil, pues tuvo episodios de debilidad producto de tener que pasar hambre por las náuseas que le provocó el proceso.
Según especialista. “Tradicionalmente la pérdida de peso, el índice de masa corporal y las concentraciones de albúmina sérica se han usado como marcadores indirectos de desnutrición”, César Núñez, oncólogo.
Las carnes resaltan como factores de riesgo “Al momento de diagnosticarle cáncer a pacientes, el primer signo que presenta este tipo de personas es la pérdida constante de peso involuntaria, debido al mal hábito de alimentación que los seres humanos toman como estilo de vida”, explicó César Núñez, oncólogo clínico de la Unión Médica del Norte.
Trastornos alimenticios Pueden existir trastornos alimenticios, dentro de estos se cita a la anorexia, que es la pérdida de apetito o falta de deseo de comer y puede darse en el 15 a 25% de los pacientes diagnosticado con cáncer.
“Sí existen factores de riesgos, entre los que se mencionan la obesidad en estado adulto; beber alcohol puede aumentar su riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, laringe, hígado y seno; igualmente, el trance de cáncer es mucho mayor para quienes beben alcohol y fuman, según varias de las investigaciones realizadas a pacientes con padecimiento de carnosidad”, según el oncólogo.
Resalta que hay algunas dietas que están asociadas con este proceso, por ejemplo los antioxidantes tienen un efecto protector y pueden ayudar a bajar el riesgo de cáncer; el uso de calcio tiene una reducción del riesgo de padecer cáncer de colon, pero esta relacionado con la aparición de este en la próstata, apunta el especialista. La carne ahumada es otro ejemplo que cita, tiene compuestos químicos llamados aminas heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos policíclicos se forman en carne de res, cerdo, pescados y aves de corral; cuando se cocinan usando métodos de altas temperaturas, es un factor de riesgo, aunque queda por comprobarlo.
“Asimismo, las verduras poseen componentes que están siendo estudiados sobre el efecto protector anticanceroso”, agregó Núñez.
Dolores Trinidad, una mujer de 41 años de edad, quien es sobreviviente de cáncer de útero, relata que a los 26 años le diagnosticaron cáncer, debido a una mala práctica de atención médica por embarazo.
Comenta que al momento de determinar su carnosidad cancerígena tuvo que implementar una dieta rigurosa con nutriólogos especializados en el área para así poder sobrellevar esta enfermedad.
César Núñez. Las estadísticas giran alrededor de que una de cada tres personas está propensa a padecer tumores en algún momento de su vida, esto independientemente de su alimentación. Entre el 30 y 85% de los pacientes con cáncer están desnutridos al momento de ser diagnosticados.