8 de Marzo

El 8 de marzo tiene origen luctuoso. La fecha fue cimentada en el dolor, en la manifestación, en la protesta de miles de mujeres reclamando mejores condiciones de trabajo.

El tiempo ha pasado y en algunas partes del mundo las mujeres superamos ser consideradas de ®segunda®. Tenemos voz, oportunidades, pero sigue siendo limitados los espacios para el talento femenino. Esta semana, una madre de tres hijas y vicepresidenta de una empresa, lo dejó claro frente a otras: ®las mujeres siguen ganando menos aunque hagan el mismo trabajo y tengan la misma preparación que el hombre®.

Sobre la seguridad alimentaria, las mujeres siguen en desventaja. ®Una de cada 10 personas en el mundo está desnutrida, y las mujeres son las primeras en sacrificar su comida si los alimentos en el hogar escasean según el informe de ONU Mujeres. A eso súmele que las féminas ®también ganan menos que los hombres, dedican más tiempo a los cuidados domésticos sin recibir remuneración, son más vulnerables a la pobreza extrema y tienen menos posibilidades de acceder al mercado laboral®.

A nivel doméstico, como repite Elaine Féliz, la mujer salió de la casa a trabajar pero el hombre sigue sin entrar. Agréguele que allí se comporta como si viviera en un hotel.

El 8 de marzo sigue siendo un desafío, una materia pendiente con las mujeres. Lo que Hillary Rodham Clinton expresó en el año 1995 en la a 4™ Conferencia Mundial sobre Mujeres se mantiene vigente: ®Lo que estamos aprendiendo en todo el mundo es que si las mujeres están sanas y educadas, sus familias prosperarán. Si las mujeres están libres de violencia, sus familias florecerán. Si las mujeres tienen la oportunidad de trabajar y ganar como socios plenos e iguales en la sociedad, sus familias prosperarán. Y cuando las familias florecen, las comunidades y las naciones también lo hacen. Es por eso que cada mujer, cada hombre, cada niño, cada familia y cada nación en este planeta tienen un interés en la discusión que tiene lugar aquí”.