DESARROLLO
Un valle que cambia a través de los tiempos
Constanza.- Como dicen los constanceros, en Constanza cada espacio es un jardín. La fresa simboliza la dulzura de su gente, los jardines con sus sembradíos de flores identifican el aroma y la belleza de sus mujeres, el ajo, las papas y los vegetales que se cultivan caracterizan el trabajo duro y tesonero de sus hombres que se acuestan a prima noche y se levantan en la madrugada antes de que el gallo cante para labrar la tierra y garantizar los productos agrícolas que requieren las grandes ciudades, matizadas por una economía de servicios. Constanza, a pesar de las dificultades generales que afectan al país, en los últimos años ha experimentado una evolución progresiva que se manifiesta en lo económico, cultural, social y deportivo, pero lo que más enorgullece a sus munícipes, es que ha sido cuna de importantes acontecimientos históricos que marcan la historia dominicana. Invernaderos El presidente de la Asociación para el Desarrollo de Constanza Incorporada, Jaime Collado Abreu, destaca que se ha ido sustituyendo su agricultura de cielo abierto por la de invernaderos, porque los países que compran esos productos y muchos de los turistas extranjeros que visitan el pueblo exigen calidad. Collado opina que la zona reúne todas las condiciones para emerger como polo turístico y resalta que existe hasta una oficina de la Secretaría de Turismo El ambientalista y productor agrícola Manuel Chavalo González, entiende lo que no se puede desarrollar el turismo de montaña en una zona donde el ecosistema está sufriendo tantos atropellos. González señala que la Secretaría de Medio Ambiente ha permitido que en Valle Nuevo se “siembren” varillas con la construcción de villas y casas de campaña a cuyos propietarios supuestamente solo se les exige que cubran las paredes con madera. El presidente de la Unión de Productores Agrícolas de Constanza, Enrique Durán, reconoce que la agricultura y la agroindustria son la base fundamental de la economía de este pueblo, pero esa actividad está de capa caída por las altas tasas de interés, la falta de mercados y la depresión de los precios. El padre José Luis Rodríguez expone que la deforestación es un fenómeno que debe detenerse porque los ríos se están secando.