La medusa de Jean Alain vuelve a picar | Parte 1
El caso Medusa parece que solo sabe complicarse. Cuando uno piensa que ha encontrado algo grande, viene y aparece otra peor en la siguiente página.
Aquella idea de que cuando algo está mal, se puede poner peor, funciona de maravillas. Aunque si uno lo piensa bien hasta podría decir lo contrario, que cuando está bien viene y resulta que se pone mejor. Todo depende de la acera en la que usted se coloque para mirar.
Una de las cosas que yo nunca pensé ver en una acusación en este país era el apellido Macarrulla, por todo lo que eso involucra. Y que en ese mismo expediente se hablara de Danilo Medina, un expresidente del país; de sobornos, de la casa grande, de un ex procurador llamado Jean Alain Rodríguez. Y que resultaran mencionados César el Abusador y Quirino Ernesto Paulino Castillo, es casi como de locura, de irrealidad.
Parecería una imagen disparatada que no tiene conexión alguna. Pero lo que dicen los fiscales de la Procuraduría Independiente es que sí, que sí hay ciertas vinculaciones. Todo muy raro.
Y yo quiero comenzar el desarrollo de esta cuestión diciendo lo siguiente. Todo lo que está en ese documento hay que probarlo, eso no es palabra de Dios. Y todos los señalados deben presumirse inocentes hasta sentencia de jueces. Pero caramba, si los fiscales logran probar solo la mitad de las cosas que dicen sería la prueba más fea de lo mal que andamos como país.
Rubí, suéltala.
Jean Alain Rodríguez ha sido uno de los personajes más estridentes de la vida pública en los últimos 6 años. Cuando no era lo de agentao, era lo de las presiones al que pensara contrario a él.
Junto a él hay un personaje llamado Rafael Stefano Canó Saco, su supra mano derecha pero en los tiempos de vacas gordas, cuando estaba en la institución.
Cuando se armó el corredero, y los fiscales salieron a buscar a Jean Alain, hace rato que Cano Saco estaba fuera del país, por Europa dicen.
Y eso era lo último que Jean Alain pudiera desear en su vida.
En mayo se produjo un viaje de la magistrada Yeni Berenice Reynoso a España. Eso no lo ha publicado nadie, primicia para El Farol. Hay gente que cree que en ese viaje se consiguió la segunda versión de Girón. Ya eso yo no lo puedo asegurar. Sin pruebas, pero sin dudas.
Y así pasó Canó Saco de súper amigo de Jean Alain, de su mano derecha, a ser su súper traidor.
Aquello de chota y chivato.
Ahora es el principal testigo del caso. Y con su delación es que se ha cerrado el caso. Bueno, la acusación presentada.
Y con esa acusación presentada resulta que el ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, tomó una licencia de sus funciones al resultar acusado uno de sus hijos. No mencionado, no.
Acusado. Con todo y la empresa familiar.
Todos pensamos que el asunto se paraba ahí. Pero dicen los fiscales que no. Que no. Que el mismísimo Lisandro José Macarrulla Tavares, el ministro de la Presidencia de Luis Abinader, negoció un pago de soborno con Jean Alain Rodríguez.
Los fiscales vinculan a esos dos personajes con una relación previa a la estadía de Jean Alain en la Procuraduría, los unen desde cuando trabajaban en la cementera Domicen.
El supuesto acuerdo era de pagarle a Jean Alain el 20% de la obra que se le iba a asignar.
Las simples menciones en expedientes no son penas, pero sí manchan. Y le dañan el día a cualquiera. O las carreras.
Y con esto de Lisandro padre y el hijo ha habido mucha confusión. Lo primero es que el padre, el ministro de Luis Abinader, no está acusado, imputado en el expediente. Su hijo, sí. Sin embargo, el documento sí contiene menciones muy gravosas contra el ministro en licencia.
Lo mismo ya ha pasado antes en los expedientes de la Pepca. Por ejemplo contra Danilo Medina han dicho de todo, pero aún no lo acusan.
De Danilo dicen algunas cosas interesantes en esta acusación pero oigan bien lo que les digo. Son 12,274 páginas. Cuando yo descargué esa acusación la computadora se frisó, yo no sé si fue por lo pesado del archivo o por lo pesado de los nombres que están ahí.
Con eso quiero decirles que está historia continuará… To be continued.