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El Jeanalato

Eehhh… vamos a seguir justo donde nos quedamos.

El capitulo anterior lo cerramos con que Jean Alain tenía unos equipos de contraespionaje, que los usaba en una residencia vacacional del este del país.

Pues resulta que los fiscales han encontrado que en el año 2018 se compró un equipo similar, dizque para las cárceles del nuevo modelo.

Era una mochila que bloqueaba la señal de telefonos celeulares.

Ese equipo fue recibido por el imputado Javier Alejandro Forteza Ibarra, otra vez el señor Forteza Ibarra.

El detalle aquí es que en ninguna cárcel del país existe, ahora mismo, un equipo de bloqueo de señal. Ni uno solo. ¿Y qué pasó con ese que se compró…? Lo de que no existe lo dice Patricia Logombra, directora de gestion penitenciaria.

Otro que salta y sigue aportando cosas a este caso es Miguel José Moya, el flamante asesor de comunicaciones y marketin, de recuros humanos, de relaciones laborales, de la Procuraduría. Su caso es raro porque él dice que servía para todas esas cosas pero sus contratos en realidad hablan de cursos, de talleres que tenía que dar y que nunca dio.

Nada que ese señor ha admitido que parte de su trabajo era reunirse con los acusados del caso Odebrecht para convencerlos de que no atacaran tanto a la Procuraduría. Él dice que no les ofrecía nada a cambio pero… yo soy libre de pensar lo contrario.

Otro embarrado en el caso es Milton Cordero, que terminó siendo la “Lechuga” en la ensalada de Jean Alain, que ha terminado mareado por su mención en el caso. Los fiscales dicen que le pagaban 75 mil pesos por hacer nada, bueno… política sí hacía según muchas fotos con Jean Alain.

Y que una empresa que él fundó se encargaba de armarle los eventos a Jean Alain en el CEI-RD y también en la Procuraduría.

El Lechu era empleado de Aduanas estos días y lo cancelaron desde que salió su nombre en el expediente. Ni el Chapulin, con el más noble que una lechuga, lo salvó.

Otro de los líos que ha expltoado es que se adquiría combustibles sin necesidad. De hecho, hay un contrato de 10.7 millones de pesos con la empresa Sunix Petrolum. Al final la empresa dice que nadie le ha pagado el combustible servido…

Ay, mis chelitos.

Una figura principal en este caso, y que no ha sido apresada, es Rafael Canó Sacco, la mano derecha de Jean Alain Rodríguez.

Este señor está fuera del país y habrá que espear dos cosas: si viene voluntariamente y le hace frente a la acusacion, o si por el contrario es necesario mandar a buscarlo. ¿A qué apuesta usted? A este individuo se le acusa de preparar licitaciones “fantasmas”, que no son más que procesos de compras amañados a través de influencias.

En eso también trabajaba Jonnathan Joel Rodríguez Imbert. Básicamente lo que hacían era que decidían qué compañía ganaba las licitaciones de la Procuraduría, a cambio de prebendas, de sobornos, de dinero.

En algo parecido trabajaban otras personas. Rainiery Elizabeth Medina Sánchez, alias Girón parte 2, estaba encargada de descalificar adrede a las empresas no “agraciadas”. Es decir, las que no les pagaban sobornos.

Ella y Mercedes Camelia Salcedo Disla iban con visitas sorpresa a las empresas que no les agradaban y las descartaban por falta de higiene, de iluminación, por un papelito de basura mal puesto, por el color de una pared… en fin, buscaban cualquier pretexto para eliminar a las empresas serias y de bien que participaban.

A todo esto, los abogados de Jean Alain Rodríguez han dicho que su cliente no está deprimido, que en realidad estaba indignado con la acusacion en su contra. Que vio esos papeles y caramba, la indignacion le brotó.

Pues mire, que así mismo de indignado estaban Andres Bautista, Chu Vásquez, Julio César Valentin y compañía en el caso Odebrecht.

Los abogados insisten en que no puede ir a prisión porque fue un hombre que enfrentó el crimen organizado. Que si se le impone prisión preventiva puede ser cualquier cosa menos una cárcel. Su teoría es que los fiscales, los jueces y directores de la policía no pueden estar en cárceles porque se juntarían con los mismos delincuentes que antes han trancado.

Y la respuesta de la Procuraduría General es que deben estar tranquilos, que el sistema penitenciario tenía maneras de garantizarle su seguridad.

Bue… eso tiene pinta de ser como Adán Cáceres, que lo sacan una hora al día de la celda para que vea el sol, como si fuera una camisa para que se seque.

Todo este caso de la Operación Medusa se conocerá este jueves. Ahí comenzará la medida de coerción, donde Yeni Berenice y Wilson Camacho estarán pidiendo prisión preventiva contra el grupo de acusados.

A ver quién más se anima a cantar para que le varíen la prisión…