Los contratos en los que engañaron a RD

En República Dominicana somos los mejores jugando al beisbol. Tenemos las mejores playas que usted pueda soñar y una industria turística de primer nivel.

Nuestra gente es alegre, afable, jevi, y nuestra gastronomía riquísima. Somos los reyes del joceo.

Y cuando se trata de joceso nuestra clase política es la más mejor de todas. Jajaja, Claaro, nuestros políticos. Los verdaderos joseadores.

Yo voy a dejar el sarcasmo y estos chistecitos porque hay cosas con las que no se relajan.

El Farol trae hoy un recuento que da ganas de llorar. Bueno, como somos aquí… capaces que se los celebramos…

Este es el recuento de los peores contratos que ha firmado el país. Y lo de peor es para nosotros, los ciudadanos, porque para algunas empresas… ha sido el regalo millonario del siglo.

Uno de los más absurdos fue el contrato para instalar la planta energética Cogentrix en San Pedro de Macorís. La promesa era agregar 300 megavatios a través tres unidades.

El problema es que la operación de esa planta era tan cara que resultaba mejor dejarla apagada.

Y aquí hay un gancho: el contrato establecía que el Gobierno debía pagarles por conceptos de “capacidad instalada, compensación de combustible, operación, mantenimiento y arranque en frío”.

Con el relajito hasta 2014 Cogentrix le costó al país aproximadamente US$806.4 millones, sin siquiera estar operando, lo que triplicó su inversión inicial de US$263.1 millones.

En el año 2002 se suscribió un contrato que comprometió los recursos naturales del Estado a cambio de que el país recibiera sólo el 3% de todas las ganancias. Nos referimos al abusivo acuerdo con la Barrick Gold.

El “peaje sombra” es uno de los negocios más rentables que se haya podido inventar cualquier ser humano. Parecería que se lo inventó un dominicano (cosa que no descartamos).

Funciona, todavía, en las autopistas que comunican a Santo Domingo con Samaná.

Básicamente esta es la explicación de su funcionamiento: las empresas Autopista del Nordeste S.A. y Boulevard Turístico S.A. pusieron el 80% del dinero para construir la autopista y cambio se cobraron quedándose con los peajes por 30 años.

La idea era que se fueran cobrando su dinero de ahí. Peeero… incluyeron una cosita en el contrato que establecía que, para ellos recuperar el dinero, debían pasar un mínimo de autos. Y si no pasaban, el gobierno tenía que darles ese dinero.

Desde entonces el Gobierno ha pagado RD$26,835 millones para suplir el supuesto déficit del tráfico de vehículos por los peajes, casi duplicando la inversión inicial del proyecto y todavía restan 17 años para que finalice.

Mamasita.

En el año 1999 el Gobierno le entregó seis aeropuertos nacionales a la empresa Aerodom hasta el 2030. La idea era que se encargara de administrarlos y ampliarlos.

Con la idea garantizar su inversión original de casi US$119 millones, Aerodom le exigió al Estado dominicano introducir al contrato de concesión un “equilibrio económico”, jejeje… ¿recuerdan el peaje sombra? Esa partecita en el contrato les permitió operar sin el pago completo de impuestos y también quedarse con la tasa de US$1.30 que debía pagar al Departamento Aero-portuario por cada pasajero que entra o sale del país.

En marzo de 2020 la CDEEE anunció que pagaría US$395 millones al consorcio Odebrecht-Technimont-Estrella como un “pago adicional” a los US$1,945 millones que ya había desembolsado para la construcción de la termoeléctrica Punta Catalina.

La constructora había reclamado en julio de 2017 que el Gobierno dominicano debía pagarles US$973.2 millones por “trabajos adicionales” y “extensión de tiempo”. En junio de 2018 el Gobierno creó un fondo de US$336 millones para terminar la planta eléctrica y más tarde pagar US$59.5 millones más.

Y la más reciente genialidad fue que firmamos unos contratos de vacunas con Pfizer y AstraZeneca, que los han incumplido abiertamente.

El lio de esos contratos no es que las farmacéuticas los hayan incumplido, que se podría entender por el lio a nivel mundial que hay. Es que no podemos rescindir esos contratos y tampoco los podemos demandar.

Más fácil nos demandan ellos a nosotros por quejarnos de no haber recibido las vacunas.

Nuestros amados políticos, que son quienes han negociado estos contratos, parecerían muy tontos que no saben negociar. O… ¿tan inteligentes, con la señal de ladrones) más bien?