La Policía, la reforma y el error de "la mano dura"
Dos jóvenes fueron acribillados en la Autopista Duarte. Recibieron disparos de un fusil M-16 y de una pistola metralleta, dos armas de guerra.
Les metieron 32 disparos y uno pensaría que un acto de tanta barbarie solo es posible en una guerra, y ni así. Y uno también pensaría que quien usa esas armas, con tanta desproporción, es de una banda paramilitar o del narcotráfico.
En efecto era una banda. Pero de tigueres con el uniforme de la Policía Nacional. Y los dos acribillados eran dos simple ciudadanos, cristianos, que venían de una campaña de evangelización en Villa Altagracia.
Que para los fines da igual si eran cristianos o ateos: Tal nivel de salvajismo no tiene espacio ni aquí ni en ningún sitio.
Los policías alegan que se equivocaron. Que buscaban un automóvil blanco, marca kia, donde andaban unos delincuentes que robaron una pasola…
O sea, hablemos de manera hipotética… ¿la Policía está buscando unos delincuentes y tiene licencia para meterle 32 disparos sin siquiera saludar?
¿Cómo rayos se llega un punto en donde “en la búsqueda de un delincuente se tiene permiso para tirar con un arma de guerra, para hacer 32 disparos, en la principal autopista del país?
Y ahora les tengo otra pregunta: ¿ha escuchado usted hablar de mano dura? ¿Recuerda usted a algún personaje público pedirle a la Policía mano dura contra la delincuencia?
La Policía no está para andar matando gente. Y si hemos llegado hasta aquí es porque a través de los años un grupo de personajes han confundido el cumplimiento de la ley con “eliminar antisociales”.
El problema de la mano dura de la Policía es que cuando no toca a delincuentes nos hiere en el alma, como nos sucede hoy. Y el problema de la sociedad es que debería dolerle igual cuando se mata a un delincuente que cuando se mata a un inocente.
La Policía mató en supuestos intercambios de disparos a 250 personas, en promedio, cada año entre 2005 y el primer trimestre del 2017.
Estamos hablando de 3,027 muertes que según la Procuraduría ocurrieron en intercambios de disparos. Nuestros colegas de Diario Libre hicieron un trabajo hace más de 1 año donde encontraron que algunas de esas víctimas no eran realmente delincuentes. Y que los policías sencillamente los ejecutaron.
Si nos descuidamos dos segundos nos hubiesen dicho que Joel Díaz y Elizabeth Muñoz cayeron acribillados en un intercambio de disparos.
La Policía ha ocultado sus abusos contra cientos de inocentes con los supuestos intercambios de disparos a través de los años.
Una especie de respuesta a los constantes pedidos de tener a generales de “mano dura” al frente de todo. Y saben qué… la mano dura nunca ha resuelto nada. Al final pasaron Enrique Pérez y Pérez, Candelerier, Guzmán Fermín y muchísimos más y la delincuencia antes de disminuir, aumentó.
Ese no es el camino.
El camino es cambiar la Policía. Desde dentro, a profundidad, hasta convertirla en una institución eficaz y decente.
En una donde no se necesiten comprar motocicletas Harley Davidson ni tampoco comprarle el combustible al hermano de un presidente para funcionar.
Tanto el gobierno de Leonel como el de Danilo intentaron cambiar la Policía Nacional y no pudieron. O no los dejaron.
Leonel tuvo su plan “Barrio Seguro”, que uno de sus creadores, Eduardo Gamarra, luego dijo que no funcionó por la tardanza en la reforma de la Policía, también por la politización del plan por parte de sus ejecutores, “y la descoordinación entre la Policía y el Ministerio de Interior”.
Danilo tuvo su plan “Vivir Tranquilo”, que arrancó sobre las cenizas de Barrio Seguro. Lo más notable del plan fue el sistema 9-1-1 que, sin embargo, nació con un problema: el día que a usted lo estén atracando no se le ocurra llamarlos, que solo atienden a gente con infartos o que necesiten una ambulancia.
Para líos con delincuencia le dan el número de la Policía para que llame usted. Y hasta suerte le desean.
En julio de 2016 Danilo promulgó la Ley Orgánica de la Policía Nacional, que en teoría traía una reforma. Anja… la reforma fue dejar de decirle Jefe al Jefe, y empezar a decirle director. Bueno también aprobaron dejar en 20 el número de generales…
En marzo de este año tenían 1 mayor general, el Jefe; un general de brigada, subdirector; un general de brigada que funge de inspector; 37 generales de brigada; otro general de brigada, médico y otro general de brigada pero ingeniero.
Para un hermoso total de… 42. El doble de lo que dice la Ley.
Una de las propuestas principales de Luis Abinader y el PRM fue un plan de seguridad ciudadana. Dijo que nos iba a cambiar la Policía Nacional. Contrató a Rudolph Giuliani, un hombre que fue alcalde de Nueva York (y que no dejó muy buenos recuerdos que digamos).
El asunto es que Luis dijo que tenía un plan. Ganó y ahora no vemos el plan.
El presidente creó una comisión de 21 personas para reformar la Policía Nacional. O sea, para crear el plan.
La intención es buena pero es igual de retadora. La comisión tendrá un año para presentar sus resultados. Y si necesitan más tiempo, lo tendrán.
El presidente dijo que nadie lo va a cansar. Y que costara lo que le costara iba a sacar adelante la reforma a la Policía.
Advirtió que antes de que las cosas mejoren, podrían empeorar. O sea, como el que admite que está bregando con delincuentes, a la clara.
Volviendo a lo de la comisión, yo no sé al final qué será más difícil, si lograr una reunión de la comisión o que puedan ponerse de acuerdo.