La vida del pueblo de Imane Khelif en Argelia
Procedente de una familia con recursos limitados, la boxeadora habló antes de los Juegos de las dificultades de su vida en "un pueblo de gente conservadora" a las puertas del desierto.
Antes de la final de la boxeadora Imane Khelif, en el centro -a su pesar- de una polémica sobre el género en los Juegos Olímpicos de París-2024, los habitantes de su pueblo, pobre y rural, del suroeste de Argelia, decretaron una movilización general para contar con "una nueva cara y una nueva vida".
Centenares de personas confluían desde primeras horas de la mañana en Biban Mesbah, a 10 km de Tiaret, localidad situada a 300 kilómetros al suroeste de Argel, para los preparativos de la gran noche de la final de la categoría -66 kilos.
A pesar de unas temperaturas que superaban los 46 grados, los hombres se lanzaron a una campaña conjunta de limpieza mientras que decenas de mujeres se afanaban en cocinar un cuscús gigante.
"Nos pusimos de acuerdo para dar una nueva cara al pueblo e insuflarle una nueva vida con la victoria de Imane Khelif", explica a la AFP su primo Mounir Khelif, de 36 años. Porque pase lo que pase con Imane, de 25 años, dará una medalla a Argelia.
Se instaló una gran pantalla en el estadio de esta localidad de cerca de 3.000 habitantes para acoger también a espectadores procedentes de otras localidades de la región.
"Nos hemos ayudado mutuamente para preparar este evento, algunos han traído cuscús, otros aceite y verduras, mientras que los que no podían ayudar con provisiones contribuyeron en la preparación", cuenta Amina Saadi, de 52 años, madre de seis niños.
"Todos unidos"
"Estamos todos unidos detrás de Imane Khelif, que honró a Argelia, es lo menos que podemos ofrecerle", añade.
En la ciudad de Tiaret, jóvenes artistas han pintado retratos de la boxeadora en muros, sobre todo en las inmediaciones del club donde se entrena.
Khelif ha sido víctima de una campaña de odio en redes sociales, en donde la presentan como "un hombre que lucha contra las mujeres".
Los argelinos se solidarizaron con la joven, indignados por el hecho de que su padre se viera obligado a mostrar la partida de nacimiento para demostrar a periodistas que su hija había nacido niña.
Con el apoyo reiterado del COI, Khelif compite en sus segundos Juegos Olímpicos tras su debut en Tokio-2020, donde quedó quinta, y en estos años ha formado parte de varios torneos de boxeo femenino.
La polémica tiene su origen en las semifinales del Mundial de Nueva Delhi de 2023 cuando fue excluida. Según la Federación Internacional de Boxeo (IBA), no tomada en cuenta por el COI, la boxeadora no superó una prueba de elegibilidad de género.
La polémica estalló en París cuando su rival en octavos de final, Angela Carini, se retiró a los 46 segundos de iniciado el combate.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, denunció "un combate que no contó con igualdad de condiciones".
En plena campaña presidencial en Estados Unidos, Donald Trump también se refirió a la polémica.
Imane dijo que al principio a su padre le costó aceptar que practicara boxeo.
"Vengo de una familia conservadora. El boxeo no era un deporte muy practicado por mujeres, especialmente en Argelia. Fue difícil", dijo al Canal Algérie un mes antes del inicio de los Juegos.
Además de los prejuicios contra los que luchaba, la joven tuvo que procurar hacerse con el dinero para pagar los desplazamientos desde su casa hasta su club en Tiaret y luego hasta Argel. Para lograrlo, de adolescente vendió chatarra y su madre cuscús casero.