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Atletas mexicanos toman precauciones con la carne roja

Marco Verde, boxeador mexicano, posa tras ganar el oro en la categoría de 71 kilogramos en los Juegos Panamericanos de Chile.

Marco Verde, boxeador mexicano, posa tras ganar el oro en la categoría de 71 kilogramos en los Juegos Panamericanos de Chile.AP

El sueño de vivir sus primeros Juegos Olímpicos es razón suficiente para que Marco Verde deje de lado una de sus más entrañables tradiciones: reunirse con familiares y amigos para una carne asada.

Como muchos mexicanos que residen en el norte del país, Verde es un entusiasta de asar carne de res cada fin de semana. Desde hace meses dejó de hacerlo para cuidarse de un enemigo invisible de los deportistas mexicanos que irán a los Juegos Olímpicos de París 2024: el clembuterol.

Nadie puede culpar al boxeador originario del estado noroccidental de Sinaloa y medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, por tener precauciones adicionales al consumir carne roja.

Desde la década pasada, algunos ganaderos mexicanos ocupan el clembuterol para engordar a sus reses. Cuando la sustancia es consumida por un deportista, ello podría derivar en un resultado positivo en los controles antidopaje.

“Cuando yo estoy en mi estado, mi municipio nunca he tenido problemas. Siempre comiendo mis tacos de carne asada. Pero ya me estoy un poco limitando eso”, dijo Verde a The Associated Press. “Soy fan de estar ahí con mi familia haciendo esa carne asada, pero por ahora no”

Aunque la práctica de inyectar clembuterol al ganado está prohibida en México y cada vez existen controles más rigurosos, los riesgos siguen latentes.

El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) realiza constantes inspecciones aleatorias a las fincas ganaderas para hacer controles.

A pesar de eso, una atleta que competirá en los Juegos Olímpicos de París dio positivo a la sustancia el año pasado. Prefirió no relevar su identidad por temor a un escándalo a días de la justa.

Al realizar una segunda prueba, el resultado fue negativo, pero mientras eso se dirimía, el miedo de un resultado adverso por consumo de carne contaminada fue real.

“Yo entreno en el CNAR (Centro Nacional de Alto Rendimiento) y ahí toda la comida es limpia, pero como sea trato de no comer (carne roja), no vaya a ser la de malas”, dijo a la AP el clavadista Osmar Olvera. “A unos días de los Juegos trato de comer lo más saludable posible, esa comida es rica, pero trato de evitarla. Regresando sí comeré todos los tacos posibles”.

El problema para los deportistas por consumo de carne contaminada con clembuterol en México alcanzó su pico más alto en el 2011. Previo a una Copa Oro cuando cinco futbolistas dieron positivo, entre ellos el portero Guillermo Ochoa.

En octubre de ese año, la FIFA informó que 109 jugadores de 298 de 24 nacionalidades dieron positivo tras consumir carne roja durante el Mundial Sub17 que se realizó en México.

El organismo rector del fútbol mundial desechó entonces los positivos de los seleccionados mexicanos y de los jugadores que participaron el Mundial, al determinar que se dieron por consumo de carne contaminada.

Más recientemente, en el 2018, el boxeador Saúl “Canelo” Álvarez también dio positivo a la sustancia y fue suspendido seis meses por la Comisión Atlética de Nevada.