especial
Medallistas y madres
- Las atletas de nuestro país han demostrado con el tiempo que pueden llevar dos caminos, tener éxito en sus carreras deportivas, y responder a su compromiso de ser madres dentro y fuera del terreno.
El compromiso que tienen los atletas de alto rendimiento dominicanos no se circunscribe sólo al talento que exhiben en el terreno, también están incluidos los sacrificios que conlleva ser un élite dentro de élites.
En el país, desde hace poco más de dos décadas los resultados en los ciclos olímpicos han ido subiendo, en proporción del tiempo. Tanto en el número de medallas, como en el volumen de cada delegación.
Estas “estrellas” son especiales en sus deportes, así como en sus hogares.
La sagrada escritura nos manda a poner a las familias como prioridad, Deuteronomio 6:6-7, aun cuando se presentan pasiones en el camino por delante.
En torneos multidiciplinarios las dominicanas se han posicionado en el top del pódium.
A veces, estos procesos de gestación pueden acortar las carreras de las atletas. Por esa razón, algunas de ellas prefieren esperar su retiro para formar una familia. Otras lo han hecho estando activas, y han dado ejemplo de gallardía y calidad.
Por un período de tiempo, estas deportistas deben de pausar sus etapas como atletas y convertirse en un nuevo ídolo. A veces eso conlleva una desaparición de los campos de entrenamientos por poco más de un año. Sin lugar a dudas esos nuevos integrantes son quienes le dan las fuerzas para volver más enfocadas, y ahora con un nuevo norte.
Las atletas de nuestro país han demostrado con el tiempo que pueden llevar dos caminos, tener éxito en sus carreras deportivas, y responder a su compromiso de ser madres dentro y fuera del terreno.