Putin obliga a los ucranianos indocumentados a regularizar su situación antes 10 del septiembre
Esta medida ofrece a los ucranianos en estatus irregular varios meses más de tiempo para efectuar los trámites en comparación con el resto de los migrantes de otros países.

El presidente ruso, Vladimir Putin, Kremlin Pool Photo via AP)
El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó este jueves un decreto que obliga a los ciudadanos ucranianos que se encuentren ilegalmente en territorio ruso a legalizar su situación antes el 10 de septiembre próximo.
"Los ciudadanos de Ucrania que se encuentran en Rusia sin tener bases legales para su residencia están obligados a abandonar la Federación rusa o antes del 10 de septiembre de 2025 legalizar su estancia", indica el documento, publicado en el portal de informaciones legales de Estado ruso.
Esta medida ofrece a los ucranianos en estatus irregular varios meses más de tiempo para efectuar los trámites en comparación con el resto de los migrantes de otros países que, según un decreto aprobado en febrero pasado, tienen hasta el 30 de abril para legalizar su estatus o abandonar Rusia.
En virtud de esa medida, el Ministerio de Interior de Rusia no procesará en los próximos meses a los ucranianos sin estatus legal pero que ya hayan llevado a cabo los trámites de dactiloscopía, fotografía y chequeo médico, recayendo en el Ministerio de Salud Pública la responsabilidad de llevar a cabo los análisis médicos pendientes, según el decreto.
Tras el comienzo de la guerra en Ucrania, alrededor de dos millones de ucranianos se desplazaron a territorio ruso, según Naciones Unidas, aunque Rusia afirma que la cifra asciende a unos cinco millones.
Rusia ha facilitado al grueso de los refugiados y desplazados la obtención de la ciudadanía rusa, pero de momento no existen estadísticas oficiales del número de ucranianos residentes en Rusia ni del estatus legal de estos.
Desde el atentado yihadista contra la sala de conciertos moscovita Crocus City Hall, que causó 145 muertos y cuyo aniversario se cumplirá el próximo sábado, las autoridades rusas han apretado las tuercas de la legislación migratoria con el fin de poner orden a la avalancha de migrantes ilegales, la mayoría procedentes de las repúblicas exsoviéticas de Asia Central.