reportaje
La LDF, circuito que se “pone pantalones largos”
Sus estadios, remozados por Mundial femenil, serán alfombra roja con mira puesta en las anclas de un futuro sólido a corto plazo.
Un adolescente a pasos firmes, bajo la brújula de un exultante futuro. La Liga Dominicana de Fútbol –LDF- camina rauda al éxito tras los primeros diez años con bastante que mostrar, creando las bases de solidez en una disciplina que tardó en dar el paso que marca su desarrollo: el profesionalismo.
Tras un lento comienzo, como todo en la vida, la Liga no para de avanzar cada campaña; eso sí, siempre constante en sus maniobras como ADN, lo que le ha permitido que con solo diez años comience a ser referente organizativo e institucional, a sabiendas que nació al lado de cunas mayores.
Y de acuerdo a sus furibundos gestores, “ahora vendrá lo mejor”, con el legado del Mundial Femenino sub-17, a celebrarse en el país entre octubre y noviembre, con una decena de canchas a estándares de la alcurnia.
Luchando contra los embates a toda nave empresarial, la LDF camina a la consolidación cualitativa; en tanto espera avanzar en el gusto popular, gracias a una alforja de mejores estadios y césped lujoso, con otros rubros que la engordarían exponencialmente.
Entre los mayores méritos y visión de la Liga, está su simbiosis perfecta de crear y creer en lo que inicia, ruta inequívoca hacia el Pináculo. Pero también, saca provecho de acuerdos con la “madre patria del balompié nacional”, LaLiga, de España.
En corto plazo, la Liga ha mostrado músculos, como asistencia multitudinaria en varias finales, impensable cuando cascareaba sus inicios. Hoy con nueve equipos inscritos, luce competitivamente sólida.
Crear y creer
“Esta es una liga pujante, que ha mostrado progreso sostenido”, afirma su presidente, Milton Ray Guevara, destacando el protagónico papel jugado por el presidente de Cibao FC, Manuel Estrella, “en esta segunda etapa que vive la Liga”.
La consistencia paga dividendos, y así lo ha mostrado en las oficinas con un equipo muy apasionado de este deporte, siempre sembrando semillas que buscan afianzar el producto en el gusto dominicano.
La Liguilla cumple cinco años, cada vez con mayores atractivos, y en esta temporada tuvo la innovación de un sorteo que definió los primeros cruces.
Mientras, Estrella, quien además es tesorero en la Liga, destacó la consistencia con que se toman las acciones en la entidad, siempre “por el librito”, aunque escrito bajo la dialéctica de un tren a vapor progresivo.
Tanto Guevara como Estrella subrayaron el impacto de tener después de octubre estadios al mayor estándar, en lo que será la “alfombra roja” del fútbol dominicano, ingrediente que entre muchos beneficios, motivaría mayor respaldo del público, presencial como virtual.
Futuro asegurado
Entre los grandes pilares de la LDF está la liga de expansión o “Serie B”, apuesta infalible cuyos tentáculos no tardarán en reflejar la brújula de dueños y ejecutivos: contar con material nativo para suplirse eficientemente.
“Eso nos permitirá tener jugadores nativos en cantidad y calidad”, ponderó Jorge Allen Bauger, director de la Liga, cuyas franquicias son Cibao FC, Moca, CA Pantoja, San Cristóbal, Delfines del Este, Atlántico FC, Vega Real, la O&M y Jarabacoa (receso).
El circuito disemina filiales en gran geografía, creando de paso la cultura futbolera a todos los ámbitos, con lo cual cada pueblo respalda no sólo a su enseña, sino que ahonda sus sentimientos por el deporte rey mundial en el país. Está en el tercer año.
Las franquicias cuentan con programas de desarrollo desde las inferiores, una vitamina que fortalecerá la LDF a futuro, y que tal cual Hércules ganará su espacio como uno de los eventos deportivos más consumidos.
Y quizás el mejor botón es el club Delfines del Este, cuyo creciente nivel reverbera hace varios cursos, gracias a su granja.