¿Está Max Verstappen en la élite de Fórmula Uno?

Lo de este espécimen comienza a tomar ribetes supra extraordinarios. El neerlandés desde que llegó ha impuesto una impronta cuasi sin iguales en la historia de la Fórmula Uno. Su tercer título a una edad donde los míticos aún ni soñaban con ese eslabón, confirma todo lo anterior.

¿Quién más puede ser?: Max Emilio Verstappen Kumpen, para muchos el más dotado que ha parido la mayor de las serpientes asfálticas en al menos cuatro décadas.

Verstappen se hizo del tercer cetro (en fila india) con 26 años, en un dominio tan absoluto que ya preocupa al negocio, porque la categoría reina esta temporada no tuvo competitividad. A nadie se le ocurre pensar que no ha sido abrumadoramente aquél el gran responsable, amén del bólido y equipo (Red Bull Racing) que tiene detrás.

El nacido en Bélgica, de padre neerlandés (Jos) y de la belga Sophie, ha continuado una vara muy parecida a la torre babilónica. Este año puede terminar sobre los 500 puntos, cuando restan cinco GP´s este año, en el cual impuso marca de victorias al hilo (10).

Si bien los títulos del corajudo piloto vienen de la mano con una estructura que igualmente parece invencible, cuando le tocó hacerlo frente a un gigante –en 2021 ante Lewis Hamilton y contra los pronósticos- demostró por qué es un fuera de serie en los anales del Gran Circo.

¿Es top cinco?

Lo de Max es superbo, y se impone contra una máxima del deporte: se puede ser leyenda sin estadísticos, pero ese mismo factor tampoco garantiza esa condición.

Sin embargo, el de Red Bull demuestra tenerlo todo. Le puede ganar al más fuerte en condición inferior, pero igualmente mata al más porfiado aún en desventajas.

Por ello, entre una caterva de grandes que ha tenido F1, Verstappen puede sin abajes sentarse con la plana mayor. Bajo los criterios anteriores, el tricampeón ya tutea a los inmensos Ayrton Senna, Juan Manuel Fangio, Michael Schumaker y Lewis Hamilton.

Los cinco suman méritos al Everest. Veámoslo en mismo orden que considera el autor:

Senna. El más rápido histórico, siempre “fue la F1” (hasta su muerte -1994- con 34 años y diez campañas). Era tan duro, que ganó un Gran Premio en segundo curso, con la modesta Lotus. Terminó cuarto la temporada (1985). El paulista se hizo de tres títulos, 41 victorias y 80 podios, en un rosario interminable de eslabones extraordinarios.

Verstappen. El “Mad Max” parece un clonaje del inigualable brasileño, poseyendo todas las virtudes de aquél (siempre pilotando al límite de lo humano). 

Es por mucho el más completo tras la partida de Senna. Y los dígitos que lleva meten miedo. Proyecta entre 115-120 triunfos. A la fecha sumaba 49 éxitos y 93 podios. ¡Algo surrealista!

Fangio. El argentino llegó muy tarde a la Fórmula Uno, y pudo ganar el primer cetro a los 40. Claro, era un campeonato diametralmente distinto. Luego de cumplir los 42, se llevó cuatro corridos. Piloto sin parangón en años. Sumó 24 victorias, 35 podios en 53 GP´s.

Schumaker. El Schumi (colíder histórico) fue el primer heptacampeón, incluyendo cinco al hilo (un hito), además de sumar 91 victorias y 155 podios, en diecinueve estaciones.

Hamilton. El demoledor británico fue responsable de igualar una marca que parecía eterna, cuando se habla de cetros (7). Su grandeza es limitada porque siempre tuvo lo mejor disponible. Ha ganado 103 carreras, con 196 podios en diecisiete años.