olimpismo

Sydney McLaughlin-Levrone se consagra campeona olímpica en 400 vallas y rompe su récord mundial

Sydney McLaughlin-LeVrone ganó la medalla de oro y estableció un nuevo récord mundial en la final de los 400 metros con vallas.

Sydney McLaughlin-LeVrone ganó la medalla de oro y estableció un nuevo récord mundial en la final de los 400 metros con vallas.fuente externa

Sydney McLaughlin-Levrone rompió su récord mundial una vez más al lucir imperial en los 400 metros con vallas con un registro de 50.37 segundos para revalidar el jueves su título olímpico.

La estadounidense de 25 años ha eclipsado seis veces la plusmarca. Emergió al frente al tomar la curva y fue como una tromba en la recta final para superar por 1.50 segundos a su compatriota Anna Cockrell.

McLaughlin-Levrone había fijado el viejo récord, de 50.65 segundos, el 30 de junio en el Preolímpico de Estados Unidos.

Esta final había sido catalogada como una de las carreras más destacadas en el Stade de France, dada la rivalidad entre McLaughlin-Levrone y su contrincante Femke Bol. Cockrell estropeó la fiesta, con Bol conformándose con la medalla de bronce. La neerlandesa quedó estupefacta.

McLaughlin-Levrone se ha acostumbrado dejar así sus rivales. Todas quedaron sin respuestas una vez que pisó a fondo el acelerador.

Tras cruzar la meta, McLaughlin-Levrone apuntó la vista hacia el marcador y sonrió radiante. Y es que romper récords es algo que es casi como una rutina para ella.

McLaughlin-Levrone quedó 3-0 en carreras contra Bol. Venció a Bol, la figura de Holanda en los Juegos de Tokio en 2021 (Bol quedó tercera) y otra vez un año después en el Mundial de Oregon. A raíz de una lesión la pasada temporada, McLaughlin-Levrone se perdió la siguiente temporada y no acudió al Mundial de Budapest. Bol aprovechó para conquistar su primer campeonato del mundo.

Entrenada por Bobby Kersee, McLaughlin-Levrone llevaba dos años trabajando en este momento. Lo hizo alejada de los reflectores. Estuvo compitiendo sprints en los 200 y 400 metros, así como la distancia corta de las vallas — los 100 — y los 60 bajo techo, todo con el fin de adquirir más experiencia, velocidad y técnica.

Todo rindió dividendos el jueves en un estadio repleto.