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reportaje

60 años en los estadios de béisbol y contando

  • Pablo Neftalí Cruz ha desarrollado una labor altruista al firmar a más de 100 peloteros, capacitando y alejando de los vicios a otros.
Pablo Neftalí Cruz muestra uno de los reconocimientos que más atesora de los muchos que ha recibido en su dilatada carrera y que adornan la sala de su residencia familiar.

Pablo Neftalí Cruz muestra uno de los reconocimientos que más atesora de los muchos que ha recibido en su dilatada carrera y que adornan la sala de su residencia familiar.Jorge Martínez.

Mucho ha llovido desde que Pablo Neftalí Cruz vio pasar su boda de oro con el béisbol y aún siente el amor de estar metido en un play, ya sea a nivel organizado o simplemente ver jugar y educar a niños y jóvenes.

Criado en un hogar donde el amor a Dios figuraba ante todo, el cual ha tramitado a varios cientos de jóvenes de diferentes extractos sociales, Neftalí festeja justo este 2024 sus 60 años ligado a una franquicia de Grandes Ligas, quizás solo Felipe Alou y Sijo Linares, entre los dominicanos cuentan con tanta longevidad. Hoy celebra 13 años como asesor con los Azulejos.

De niño tenía tanta “fiebre” por el pasatiempo que dormía con el uniforme puesto a la fecha previa en que jugaría los partidos, principalmente en el María Auxiliadora, parque donde comenzaron sus pininos.

Tras ser firmado por “Howie Haak”, para los Piratas por 2 mil dólares, comenzó una carrera en las Menores que permaneció por 14 años y aunque tuvo campañas en que bateo .279 en 5,208 turnos, nunca pudo efectuar un partido en Liga Mayor. En varios tuvo problemas de lesiones.

Aunque no accionó en ningún escenario de Grandes Ligas, pero si fue protagonista para que una cantera de peloteros firmados si lograran hacerlo, muchos de ellos con una trayectoria más que amplia.

Tras ser reclutado por Haak, cuyas firmas incluía a Roberto Clemente, Manny Sanguillén, Omar Moreno, Rennie Stennet, Julián Javier, Miguel Diloné, Tony Armas, Neftalí, de manera rápida, comenzó el arte de observar peloteros, una carrera que con ese equipo permaneció por 37 años.

Opciones

“Tras dejar el terreno en 1973, los Piratas me colocaron en una balanza de si quería ser manager o convertirme en scout y preferí esta última para América Latina, porque ya quería permanecer mas tiempo con mis hijos, a quienes por la escolaridad se les dificultaba viajar a Estados Unidos”, expresa Cruz, tras abrir las puertas de su hogar al Listín Diario.

En ese momento y bajo la sombrilla de Haak da apertura a una de las carreras más fructíferas en la historia del scouteo, pues rápidamente los Bucaneros se nutrieron de un material que los ayudaría en el Este de la Nacional y claro como mercancía de movimientos.

Los nombres son abundantes, Tony Peña, Pascual Pérez, José De León, Félix Fermín, Alberto Lois, Cecilio Guante, Silvio Martínez, Nelson Norman, Rafael Belliard, Arturo Peña, José Lind, Orlando Merced, Carlos García, Angelo Encarnación, Rafael Vásquez, Rubén Rodríguez, Gibson Alba, Ravelo Manzanillo. Más adelante figuras como Aramis Ramírez, José Guillén llegaron para engalanar su amplio grupo.

Además contribuyó grandemente el acuerdo estampado por Moisés Alou, mientras que contribuyó grandemente con las mejorías ofensivas de los inmortales David Ortiz y Adrian Beltré, así como de otros portentos entre ellos Starling Marte, Gregory Polanco, Neifi Pérez, Mel Rojas

Lois y Silvio fueron sus primeros firmados, quienes les subieron a la gran carpa, ambos procedían de los Centroamericanos de 1974.

Peña con el que más trabajo

El más sobresaliente, pero con quien más laboró, Tony Peña, el más grande máscara del país, Cruz afirma que fue con quien más laboró, en que incluso cuando atravesaba por un bache ofensivo los Piratas le colocaban el boleto aéreo para que vaya a la ciudad a trabajar horas extras con él en que de un año a otro elevó su average de .230 a .313.

“Fueron muchos los trabajos que hicimos, llegó un momento en que se sintió frustrado debido a su pésimo bateo, hasta en las noches les colocaba pelotas hasta en almohadas y les decía batea, al día siguiente era lo mismo”, recuerda Neftalí.

“Eso mismo hacía con Moisés Alou, a quien ponía hacer una amplia cantidad de swing, Bobby Bonilla y Ray Lankford fueron otros peloteros a quienes ayudé a mejorar su swings”, sostiene.

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